Este artículo de Opinión es parte de un Serie Narcity Media. Las opiniones expresadas son del autor y no reflejan necesariamente las opiniones de Narcity Media.
Mi toronto apartamento da a uno de los barrios más ricos de la ciudad. Eso puede sonar como una flexión, pero les aseguro que no lo es. Es un lugar viejo y cochambroso que ha sido renovado lo suficiente para que funcione, un bache de clase media baja en un mar de dinero.
Cuando camino por mi barrio, no puedo evitar fantasear sobre cómo sería vivir en cualquiera de sus hermosas casas. Me pregunto cómo demonios se los pueden permitir sus dueños, pero sobre todo, pienso en todas las cosas que me impiden tener una propiedad propia.
En verdad, no puedo permitirse vivir en toronto, y mucho menos comprar una casa aquí algún día. Cada bit de datos sin procesar que leo, ya sea sobre el alquiler promedio en la ciudad o el costo de una salida nocturna, me recuerda ese hecho deprimente. Sin embargo, resido aquí…
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