Una noche que debía ser de alegría terminó en horror. Anoche, mientras el merenguero Rubby Pérez ofrecía un concierto en la emblemática discoteca Jet Set de Santo Domingo, el techo del local se desplomó repentinamente, provocando una de las tragedias más desgarradoras en la historia reciente del país.
Más de 30 personas han perdido la vida y, según las autoridades, unas 60 más podrían estar atrapadas entre los escombros. Las imágenes que circulan en Twitter son explícitas, estremecedoras y muestran el caos, el pánico y el dolor de quienes vivieron este infierno en carne propia.
Jet Set no es cualquier sitio. Fundado en 1973 por Ana Grecia López y dirigido actualmente por su hijo Antonio Espaillat, este local ha sido un ícono de la vida nocturna dominicana por más de 40 años. Cada lunes, era el escenario de los conciertos en vivo más grandes del país, con presentaciones de artistas nacionales e internacionales.
Lo ocurrido anoche enluta no solo al mundo del entretenimiento, sino a toda la República Dominicana. El presidente Luis Abinader expresó su pesar y aseguró que se están movilizando todos los recursos disponibles para rescatar a los sobrevivientes y esclarecer esta tragedia.
Hoy el país está de luto, y lo que queda es dolor, incertidumbre… y muchas preguntas sin responder.
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