Dascha Yolaine Polanco, una reconocida actriz, tuvo una conexión profunda con su República Dominicana natal a pesar de emigrar a Brooklyn, Estados Unidos, cuando tenía tan solo dos años en 1985. Aunque su vida estaba en Nueva York, sus raíces seguían arraigadas en el barrio capitaleño Capotillo, el lugar de su nacimiento. Cada verano, regresaba a la República Dominicana para compartir tiempo con su familia y abrazar su herencia dominicana.
Polanco expresó su fuerte vínculo con el Capotillo al decir: “Siempre que vengo al país visito a mi familia, que aún reside en el Capotillo, mis primos y amigos de infancia residen allí y nunca he perdido la conexión con ellos”. Esta conexión continua con su lugar de origen le brindó un sentido de identidad y orgullo dominicano, especialmente al ver que el Capotillo estaba ganando popularidad y atención.
Su historia es un ejemplo de cómo las raíces culturales pueden mantenerse sólidas a pesar de la distancia física, y cómo una persona puede sentirse profundamente arraigada en su lugar de origen, independientemente de dónde la vida la lleve.
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