Fue a comprar tacos y lo mataron a balazos frente a su esposa y sus hijos en Los Ángeles.
Testigos aseguran que un hombre se le acercó a la víctima para preguntarle a qué pandilla pertenecía y le disparó antes de que le contestara. Ahora una viuda y dos huérfanos lloran su ausencia.
Un joven hispano fue asesinado a balazos frente a su esposa y sus hijos cuando caminaban hacia un puesto de tacos cercano a su casa en Los Ángeles, California, dijeron sus familiares a diversos medios.
James Vargas, de 30 años, no pertenecía a ninguna pandilla y se sospecha que el homicida lo confundió. Testigos afirman que un hombre le preguntó de qué barrio era, una manera común en que pandilleros cuestionan a quienes sospechan son rivales, sacó un arma y jaló el gatillo antes de que le contestara.
La Policía de Los Ángeles (LAPD) sigue buscando al o los sospechosos de este crimen, que ocurrió poco después de la medianoche del domingo cerca de la esquina de la avenida Central y la calle y 92. Se trata de una zona plagada de pandillas y donde viven familias migrantes hispanas y afro estadounidenses.
“El 14 de noviembre de 2021, James Vargas fue asesinado trágicamente frente a su esposa y sus dos hijos”, describe una cuenta en GoFundMe que sus familiares abrieron para recibir ayuda económica para el funeral.
“James fue un maravilloso esposo, padre, amigo, hermano y tío. James deja atrás a su esposa Elvia y dos hijos, Jamison y Mikaela”, agrega.
James Vargas fue baleado fatalmente en el sur de Los Ángeles el 14 de noviembre de 2021. Crédito: Cortesía GoFunMe/in memory of james Vargas
Los Ángeles ha padecido una ola de homicidios este año. A pesar de las restricciones impuestas por la pandemia, el 2020 cerró con 343 muertes de ese tipo, la primera vez que superó las 300 desde 2009.
Pero esa tendencia no terminó allí. Del 1 de enero al 21 de septiembre la ciudad había registrado 285 homicidios, 58 más que en el mismo período del año anterior.
Como James Vargas, la mayoría de las víctimas eran hispanos jóvenes que fueron baleados. Durante los primeros nueve meses de este año, 94 hispanos de entre 18 y 39 años murieron de manera violenta en Los Ángeles, de acuerdo con datos del LAPD. Varios de esos crímenes son atribuídos a las pandillas.
Los familiares de James le dijeron al canal CBS2 que él, su esposa y sus dos hijos regresaban a su casa en el sur de Los Ángeles luego de acudir a una fiesta familiar, cuando decidieron detenerse a comprar unos tacos. Mientras James caminaba hacia el puesto fue abordado por un hombre que le disparó en el pecho.
Gravemente herido, lo trasladaron a un hospital cercano, donde perdió la vida.
“Esto surgió de la nada”, dijo su hermana Kathy Vargas al mismo medio. “No se merecía esto”.
Kathy Vargas le dio más detalles del incidente al canal ABC7. “Cuando estaba saliendo del auto, un tipo en una (camioneta) Tahoe lo detuvo y le preguntó de dónde era y a qué pandilla pertenecía, y no le dio a mi hermano una oportunidad de decir cualquier cosa… Simplemente le disparó allí mismo”.
De acuerdo con la versión de los testigos, el sospechoso huyó en una camioneta Tahoe verde o de un color oscuro. Al momento no se ha publicado la descripción del asesino.
“No está bien dispararles a personas al azar en la calle”, expresó Manny Vargas, hermano de la víctima, a CBS2. “Quiero justicia… Quiero encontrar al responsable de esto”, pidió.
Hasta la publicación de esta nota, los familiares de James habían recibido más de 46,000 dólares para cubrir los gastos fúnebres. “La familia Vargas se enfrenta ahora a la inimaginable tarea de seguir adelante sin su amado compañero y padre”, lamenta la cuenta de GoFundMe.
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