Un grupo de investigadores de la Universidad de Alberta que descubrió por qué el medicamento Remdesivir es efectivo en el tratamiento de los coronavirus que causan el síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) creen que ese mismo remedio podría ser útil para tratar a los pacientes infectados con el nuevo coronavirus COVID-19.
El virólogo Matthias Götte y sus colegas de la Universidad de Alberta expresaron en un comunicado en el Journal of Biological Chemistry su «cauteloso optimismo de que los resultados observados por nuestro equipo con Remdesivir serán similares para con el COVID-19».
La molécula esencialmente parece interferir con la reproducción del virus, explicó Götte.
Ese optimismo es compartido porPierre Talbot, especialista en coronavirus en el Instituto Nacional de Investigación Científica.
Es un antiviral que se dirige a las proteínas virales, por lo que es prometedor.
El virus COVID-19 es muy similar al SARS, por lo que si funcionara en el SARS, podría funcionar con el COVID-19 agregó.
Según el profesor Gotte haría falta “más de un medicamento para combatir adecuadamente las enfermedades emergentes como COVID-19”.
Él se basa en las experiencias exitosas a este respecto llevadas a cabo con las infecciones por el VIH y el virus de la hepatitis C.
Desarrollado por Gilead Sciences como respuesta a la epidemia del virus del Ébola de África Occidental de 2014, Remdesivir se usó por primera vez ahora en un paciente con el nuevo coronavirus a principios de este año en los Estados Unidos.
Según el New England Journal of Medicine, el paciente recibió el medicamento en el séptimo día de la enfermedad, y mostró una marcada mejoría al día siguiente, con síntomas que finalmente desaparecieron por completo. Y en una reciente conferencia de prensa en Beijing, el subdirector general de la Organización Mundial de la Salud, Bruce Alyward, dijo que el Remdesivir es el único medicamento disponible que puede tener una eficacia real contra COVID-19.
El Ébola es un virus mortal asociado principalmente con brotes en África occidental y central, que se cree que es causado por animales salvajes que entran en contacto con humanos. Los brotes de ébola tienen una tasa de mortalidad del 90% y no se conoce ninguna vacuna o tratamiento.
La investigación de la Universidad de Alberta contó con subvenciones de los Institutos Canadienses de Investigación en Salud y el Ministerio de Desarrollo Económico, Comercio y Turismo de Alberta a través del Programa del Fondo de Innovación Mayor y Resistencia a los Antimicrobianos.
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Por Leonora Chapman / RCInet
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