Si, las fronteras son líneas imaginarias que ha creado el hombre por cuestiones políticas y económicas, pero estas líneas tienen gran poder en el mundo actual y afectan la forma de vida de las personas que viven cerca de ellas.
Las fronteras son importantes para los países y sus gobiernos porque delimitan su territorio y controlan aspectos sociales de cada país, sin embargo, algunas veces las fronteras son lugares con alta seguridad y acarrean todo tipo de leyes que deben ser respetadas si no se quiere incurrir en faltas legales.
Además, los habitantes de estos lugares en ocasiones se encuentran con problemas que envuelven el idioma, el dinero y la cultura.
Estos son algunas de esas cosas que nadie te cuenta de vivir en ciudades fronterizas.
- Idioma
Las ciudades fronterizas pueden encontrarse con que a pesar de que estén sumamente cerca, sus habitantes hablen idiomas diferentes, es el caso de ciudades de la frontera entre Estados Unidos y México.
Muchas personas que viven en ciudades fronterizas se encuentran con en algunos casos sea común el uso de dos idiomas en el día a día.
Llegar a vivir a una ciudad fronteriza puede demandar que las personas hablen ambos idiomas si quieren tener una mejor calidad de vida y adaptación.
- Patrullas fronterizas
Los vehículos de la Patrulla Fronteriza son los que se ven con más frecuencia que cualquier otro vehículo en las ciudades fronterizas.
Estos vehículos dan rondas constantes para evitar la presencia de inmigrantes ilegales.
Dicha situación se ve intensificada entre las fronteras de Estados Unidos y México.
Se tiene como base las estrictas leyes fronterizas que posee Estados Unidos y que han sido incrementadas desde la llega de Donald Trump a la presidencia.
- Moneda
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Si vives en una de las ciudades fronterizas entre Estados Unidos y Canadá, normalmente puedes cruzar la frontera solamente con tener un pasaporte, pero al momento de entrar a territorio extranjero es posible que comiences a hacer conversiones para ver cuanto dinero vas a gastar durante la visita.
Esto puede ser algo confuso y más en el caso donde la moneda del vecino país es más cara que la del país donde se reside.
- Educación
La educación en dos ciudades vecinas puede ser completamente diferente.
Es el caso de Ciudad Juárez, Chihuahua y El Paso, Texas donde la calidad y acceso a la educación es tan diferentes que muchos padres buscan la forma de que sus hijos puedan estudiar en territorio estadounidense.
- Retornar al país puede ser todo un dilema
Los americanos que viven en ciudades que comparten frontera con México se encuentran con que muchas personas desean ir a México los fines de semana, esto se da debido a que en México el ambiente y las actividades son un poco más alegres y fiesteras que en Estados Unidos, además de que en general sus precios son más bajos.
Dejar Estados Unidos es fácil ya que los controles y fronteras de México son más flexibles con los visitantes.
Sin embargo, regresar a Estados Unidos puede ser todo un proceso.
Los autos son revisados a profundidad e incluso las autoridades hacen preguntas para saber el motivo del viaje.
Algunas personas reportan que para volver a sus ciudades en Estados Unidos pueden tomar hasta dos horas e incluso más dependiendo del tráfico en la frontera.
Entre Canadá y Estados Unidos es más fácil el cruce fronterizo.
Pero esto corresponde a los comportamientos habituales antes de la pandemia, ya que como sabemos actualmente se encuentran cerradas buscando evitar contagios de coronavirus.
- Culturas
Dos ciudades contiguas pero pertenecientes a diferentes países pueden tener culturas sumamente divergentes.
Esto es algo bueno, ya que en algunos sitios se mezcla lo mejor de la música, de las costumbres y la comida, lo que deja un resultado cultural sumamente rico y único.
Las personas que conviven entre dos culturas tienden a ser más tolerantes y de mente abierta a las diferencias.
- Problemas legales
En casos donde la migración entre ambos países es muy restringida, los habitantes de ciudades fronterizas deben ser sumamente cautelosos con no cruzar las fronteras.
Esto no solo sucede entre México y Estados Unidos, cruzar la frontera de Canadá sin ser autorizado en EE.UU también puede ser un delito aunque se haga inintencionalmente.
En el 2002 Michel Jalbert, un ciudadano de Quebec pasó 35 días en la cárcel por ingresar ilegalmente a los Estados Unidos, algo que el entonces secretario de Estado Colin Powell llamó más tarde un «incidente desafortunado».
Jalbert ingresó a los Estados Unidos para comprar gasolina y no se registró con los guardias fronterizos, cosa que fue juzgada como una falta legal.
- Líneas imaginarias
Como dijimos antes las fronteras son líneas imaginarias, y en algunos casos puede ser confuso para los habitantes de ciudades fronterizas sobre cuando se encuentran en un país y cuando han entrado al otro.
Esto es de suma importancia ya que por falta de información las personas pueden incurrir en faltas legales y enfrentarse con situaciones poco placenteras.
- Inmigrantes ilegales
Las ciudades fronterizas son testigo de muchos inmigrantes ilegales que cruzan hacia otro país en busca de mejores condiciones de vida.
En Canadá han aumentado drásticamente la cantidad de inmigrantes que utilizan Estados Unidos para llegar al país y que huyen de las políticas anti-inmigración que han ido en incremento desde que Trump es el primer mandatario.
También es el caso de las ciudades de Estados Unidos que limitan con México, donde miles de personas cruzan cada año.
Estas ciudades ven asentamientos de inmigrantes, pero en su mayoría el paso momentáneo de estas personas.
- Discriminación
En ocasiones donde se juntan dos culturas y razas llegan a darse problemas de discriminación.
Muchos inmigrantes mexicanos se encuentran con personas que tienen estereotipos muy marcados sobre ellos y que los discriminan o tratan de aprovecharse de su situación.
Esto es algo triste que podrías presenciar en caso de que decidas irte a vivir a una ciudad fronteriza.
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