El especialista propone estar atentos a los factores psicológicos que deriva el distanciamiento social.
MÉXICO – “Llevo 6 días en el aislamiento, y ya siento que mi vida se detuvo por completo”, aseguró Andrea Gutiérrez Andrade, estudiante de la carrera de Diseño de la Imagen, quien fue mandada a su casa a cuarentena, después de haber tenido síntomas de gripa, muy similares a los del coronavirus.
“Todos estos días he sentido muchísima ansiedad por no saber hasta cuando voy a poder salir, sigo haciendo mis trabajos de escuela en línea, pero no creo que sea el mismo aporte de conocimiento como el que es presencial”.
Y es que ante las crisis sanitaria por el COVID-19, donde las autoridades aseguran que la única manera de lograr contener la propagación del virus sería por medio del aislamiento social, o del llamado home office, por parte de las empresas, las consecuencias psicológicas podrían perjudicar a las personas.
Al respecto, José de Jesús Gutiérrez Rodríguez, Presidente del Colegio de Profesionales de la Psicología del Estado de Jalisco, aseguró que frente al encierro y el paro de las actividades cotidianas de las personas, se ha descuidado la atención emocional, dejando por encima otras cuestiones.
“Se está usando un modelo en el que se abordan los aspectos médicos, pero sin atender las implicaciones emocionales y psicosociales que no se están considerando”, dijo.
“Para la cuestión de la prevención, se está promoviendo que las personas no entren en contacto con el virus, pero no se está trabajando el hecho de que no todas llegan a experimentar síntomas, y esto tiene que ver no sólo con enfermedades previas, si no con cuestiones del estilo de vida, lo que los termina volviendo vulnerables”.
Gutiérrez Rodríguez explicó además que algunas de las implicaciones emocionales, se han reflejado en países que actualmente se encuentran en la etapa más crítica de la epidemia, como China, donde aumentaron las solicitudes de divorcio.
“Se ha recomendado mucho que se diseñen actividades para los niños, cuando lo que se debería de recomendar son actividades para todas las personas de acuerdo a su edad”, comentó.
Por ello, el también investigador de la Universidad de Guadalajara, recalcó que otro de los problemas que surgen del aislamiento social, suelen ser situaciones de estrés y desencuentros con las demás personas, debido a las interferencias en las dinámicas familiares.
TRAE INCERTIDUMBRE
Otra de las situaciones que derivan los aislamientos propios de la epidemia, son los cuadros o síntomas relacionados con la ansiedad, la depresión y la incertidumbre, indicó el especialista.
Destacó la falta de estrategias por parte del Gobierno Federal y la Secretaría de salud, para atender estas cuestiones.
“Muchas personas están comenzando a vivir la incertidumbre económica por recortes de ingreso y despidos que generará el paro de actividades”, recalcó.
“En esta crisis, se va a reflejar el abandono de los sistemas de salud mental en México, además de que no son incluyentes”, denunció.
Recomendó a quienes ya se encuentran en la cuarentena, desarrollar actividades familiares, además de tomar este tiempo para analizar cuestiones académicas, personales y de proyecto de vida, para evitar sobresaturarse de información relacionada con el virus.
El aislamiento social puede acarrear situaciones de estrés y desencuentros con las demás personas, debido a las interferencias en las dinámicas familiares.
Por: Agencia Reforma
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