Si el clima político del pais donde vives te ha estresado, es posible que estés pensando en mudarte a Canadá.

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Es una tierra donde la salud es gratuita, la gente es amistosa, y el primer ministro, Justin Trudeau, explica lo que es la computación cuántica solo para divertirse.

Pero en realidad volverse ciudadano es difícil: debes vivir en Canadá durante al menos seis años, mantener tu mejor comportamiento y conocer un par de cosas sobre el país que pronto llamarás hogar.  Para quienes realmente quieren ir al norte, así es como se mudan a Canadá.

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Antes de pasar por la molestia de solicitar la ciudadanía, haz una breve prueba para ver si ya eres canadiense.

El gobierno describe varias salvedades para ser ciudadano incluso si no naciste allá, muchas de los cuales dependen de la ciudadanía de tus padres. Tal vez secretamente heredaste su estatus en algún momento.

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Si no eres mayor de edad, tienes un ascenso cuesta arriba.

Los menores necesitan que sus padres o tutores legales completen la solicitud por ellos, aunque los propios padres no necesitan ser ciudadanos.

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Canadá tiene un sistema acelerado de inmigración llamado Express Entry. Es la forma en la que los trabajadores calificados adoptan un papel en el país.

A todos los solicitantes en Express Entry se les otorgan puntuaciones específicas con base en sus talentos específicos y perspectivas de trabajo, y luego se clasifican con otros solicitantes. Quienes se encuentran en la parte superior de la clasificación están invitados a convertirse en residentes permanentes.

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Para convertirse en residente permanente, las personas pueden elegir entre varias opciones. Pueden presentar su solicitud a través de la provincia de su elección, seguir alguna una ruta especial de emprendedores, obtener la ayuda de un miembro de la familia que vive en Canadá o ir a Quebec, que tiene requisitos especiales de inmigración.

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Los residentes permanentes tienen derecho a la cobertura médica y pueden trabajar, estudiar y viajar a cualquier parte de Canadá. Solo no se les permite votar, postularse para algún cargo político o tener trabajos que tengan alta autorización de seguridad.

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Si te invitan a convertirte en residente permanente, debes confirmar tus planes de residir como canadiense. El gobierno define la residencia permanente como vivir en Canadá durante al menos tres años en un período de cinco años.

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(Los días que pasas en Canadá antes de tener el estado de residencia permanente cuentan como medios días, hasta un máximo de un año, y pueden usarse para cumplir con el requisito de ciudadanía).

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Si no pasas tanto tiempo dentro de las fronteras, podrías perder tu estado de residencia permanente. Sin embargo, todavía puedes trabajar fuera de Canadá como funcionario público conocido como un ‘servidor de la Corona’ o vivir en el extranjero con ciertos miembros de la familia que son ‘servidores de la Corona’.

Los residentes permanentes no siempre se convierten en ciudadanos. La dificultad para obtener la ciudadanía es más alta.

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Si vives en Canadá, debes haber sido residente permanente y haber estado presente físicamente en Canadá durante al menos 1,460 días (cuatro períodos de 365 días) en los seis años inmediatamente anteriores a la fecha de tu solicitud.

También debes estar presente durante 183 días (medio año) durante cada uno de los cuatro años naturales que están total o parcialmente dentro de los seis años anteriores a la fecha de solicitud.

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En otras palabras, el tiempo que pases en Canadá necesita mantenerse relativamente constante. Al igual que el requisito de residencia, debes proporcionar declaraciones de impuestos de tres años en el período de cinco años anterior a la fecha de tu solicitud.

Básicamente, quieren ver si tu trabajo es legítimo.

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Junto con docenas de otros países, Canadá tiene dos idiomas oficiales: inglés y francés.

Para convertirte en ciudadano, necesitas saber solo uno. No necesitas dominarlo, solo debes hablar lo suficiente como para sostener una conversación superficial, dar instrucciones, usar la gramática básica y saber el vocabulario lo suficientemente bien como para describirte a ti mismo.

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Enviarás documentos escritos con tu solicitud, pero un funcionario de ciudadanía realizará la visita final independientemente de si tu inglés o francés se ajusta a los requisitos.

Probablemente deberías repasar lo que sabes sobre la historia canadiense ya que el gobierno también emite un cuestionario formal para los solicitantes de ciudadanía sobre la historia, los valores, las instituciones y los símbolos de Canadá.

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Debes hacer el examen si tienes entre 18 y 54 años. Por lo general, es una prueba escrita, pero el oficial de ciudadanía también puede hacer preguntas oralmente.

No hay sorpresas. Todo lo que necesitas saber se puede encontrar aquí: Descubre Canadá: los derechos y las responsabilidades de la ciudadanía.

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Hay varias razones por las cuales tu pasado puede evitar que te conviertas en ciudadano canadiense.

Por ejemplo, el gobierno desprecia la concesión de la ciudadanía a las personas que han cometido un delito dentro de los cuatro años posteriores a la presentación de su solicitud o que son enjuiciados por algún delito.

También especifica que las personas que están en prisión no pueden usar su sentencia para convertirse en residentes permanente. (Eso no encaja del todo con la “intención de residir”).

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Canadá es el segundo país más grande del mundo, después de Rusia. Como tal, no existe el “clima canadiense” en singular, incluso si la gente puede pensar que simplemente hace frío la mayor parte del tiempo.

Por ejemplo, dependiendo de lo cerca que vivas de la costa de Columbia Británica, la primavera puede comenzar ya en febrero y las temperaturas de verano pueden subir a los 90° F (32.22° C). Entonces, si buscas lugares para establecer tu residencia permanente, investiga cómo es el clima. No desperdiciaras dinero ni espacio comprando artículos innecesarios.

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Ahora que has dejado atrás tu país de origen (y si eres estadounidense, has abandonado el circo de las elecciones presidenciales), acepta lo que hace único a Canadá.

Muchos canadienses expresan una gran afición por Tim Hortons, la jerga estrafalaria, los embajadores de celebridades y el hockey.

Nadie esperará que te sumerjas en este nuevo mundo, pero si quieres convertirte en un verdadero ciudadano, los requisitos formales son solo el comienzo.