Tras llorar desconsolado por la muerte de su esposa, este hombre confiesa su crimen

Hay historias reales que superan la ficción por la naturaleza de sus hechos. Como la de Alexia Daval, una joven de 29 años que tres días después de que su esposo, Jonathann, la reportara como desaparecida, fue encontrada sin vida en Gray, una localidad del noreste de Francia. El hallazgo ocurrido en octubre pasado, fue por sí solo un escalofriante hecho para los habitantes del lugar, quienes no daban crédito al crimen que se había cometido a las afueras de sus hogares. Ahora, han quedado conmocionados al enterarse que Jonathann, la misma persona que lloró por días la muerte de su esposa, ha confesado ser quien la mató.
La tarde del 28 de octubre de 2017, Jonathann llamó a la policía para reportar que su esposa no había regresado a casa después de salir a correr por la mañana. Según explicó el hombre de 34 años, Alexia no llevaba su celular con ella, por lo que los intentos de comunicación eran en vano. De inmediato se puso en marcha la búsqueda de la chica de 29 años, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado tres días después parcialmente quemado en un bosque.
Alexia llevaba la ropa para correr, pero el lugar no coincidía con la ruta que usualmente recorría en sus actividades deportivas. La autopsia reveló que la mujer, quien trabajaba como empleada de banco, había recibido una serie de golpes severos. El análisis también reportó que había muerto asfixiada.
La violenta muerte de la chica afectó a los vecinos del lugar, quienes no podían creer que en su localidad sucedieran situaciones de ese nivel. Pronto se reunieron para emprender una silenciosa marcha de solidaridad que convocó a casi 10 mil personas, cada una con rosas blancas en honor y respeto por Alexia. Al frente de la hoy conocida como ‘marcha blanca’ se encontraban los padres de la víctima y, junto a ellos, Jonathann.
El esposo de Alexia se convirtió en un verdadero maestro del engaño. En la marcha y las conferencias de prensa que ofreció al lado de sus suegros, no paraba de llorar. Con un semblante abatido y voz quebrantada, aclamaba por justicia para encontrar al asesino de su esposa. Y su deseo se hizo realidad.
Un maestro del engaño
A pesar de haber sido quien llamó a la policía, Jonathann no contaba con que la investigación llegaría hasta el final. Tras rendir su primera declaración hace tres meses, llamó la atención que llevaba rasguños en los brazos y el cuello. Según sus palabras, había tenido una fuerte discusión con Alexia una noche antes de que desapareciera e intentó quitarle importancia a las marcas diciendo que había sido una pequeña disputa sin mucha importancia.
Los investigadores no dejaron atrás ese detalle, mucho menos cuando las declaraciones de los vecinos no coincidían con la del esposo de Alexia. Jonathann dijo que su mujer no había salido de la casa por la noche, pero varios testigos aseguraron haber escuchado un auto en la madrugada, lo que se confirmó tras analizar los elementos electrónicos del vehículo.
Además, las huellas de las llantas coincidían con las que se habían encontrado en el lugar en el que apareció Alexia. Por si fuera poco, identificaron un trozo de sábana que estaba cerca de la víctima como una de las piezas que la pareja usaba en su habitación.
Con las pistas reunidas, este lunes Jonathann fue arrestado, negando haber sido el autor del crimen hasta el martes por la noche, cuando confesó haber matado a su esposa. En su nueva declaración, explica que todo fue un accidente mientras discutían. Incluso su abogado, Randall Schwerdorffer, dijo que manejará el caso como defensa propia, ya que Alexia era demasiado violenta.
El giro inesperado de esta historia fue un duro golpe para los padres de la joven, quienes han preferido hablar únicamente a través de su representante legal. “Tenían una confianza absoluta en Jonathann”, dijo el abogado de los Daval sobre la revelación del esposo de Alexia.