El alto costo de la vivienda en Toronto y en sus alrededores está empezando a preocupar a los políticos, que son quienes pueden implementar medidas para contener la especulación inmobiliaria.
Entre 2016 y lo que va del 2017, los precios de las viviendas en Toronto aumentaron en un 30 por ciento.
Esta situación también preocupa a los banqueros, que tratan de entender la situación y evitar que se produzca la explosión de la burbuja especulativa, lo que podría tener serias repercusiones para la economía canadiense.
El promedio actual del precio de una casa unifamiliar en la metrópolis de Toronto es de un millón doscientos mil dólares. Un condominio común y corriente cuesta en promedio más de medio millón de dólares.
Estos precios causan la desesperación de las jóvenes familias que quieren un techo propio como entre quienes quieren comprarse una casa por primera vez. Los políticos están sonando la alarma y manifestando su insatisfacción ante el hecho de vivir en una ciudad en la que tener un techo parece algo imposible.
El ministro de Finanzas de la provincia de Ontario, Charles Sousa, ha prometido implementar medidas en su próximo presupuesto provincial para tratar de contener el aumento de los precios de las viviendas.
Esos cambios podrían traducirse en nuevas reglamentaciones sobre las competiciones de precios en las batallas por comprar una vivienda propia, o el establecimiento de un impuesto a los extranjeros que compren bienes inmobiliarios en la provincia.
La provincia de Columbia Británica ya optó por este remedio para tratar de controlar el galopante aumento de los precios de la vivienda en esa provincia del Pacífico canadiense.
Otra alternativa que las autoridades de Ontario también están considerando es la imposición de un impuesto a los dueños de las viviendas que permanezcan vacías, signo revelador de la presencia de ricos extranjeros que con fines especulativos, estacionan su capital en el sector inmobiliario canadiense. Esta es la medida favorita del alcalde de Toronto, John Tory.
ory, junto con otros alcaldes de los municipios aledaños a la gran metrópolis canadiense, presentó sus ideas sobre cómo resolver esta situación en una reunión con la primera ministra de la provincia de Ontario, Kathleen Wynne.
En Ottawa, el propio ministro federal de Finanzas, Bill Morneau, también está preocupado por el rápido aumento del costo de la vivienda en la provincia más populosa de Canadá. Por esta razón, él está preparando una reunión con las autoridades provinciales y municipales para elaborar un plan que pueda hacer accesible el sueño del techo propio.
Por Rufo Valencia rcinet.ca
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