La construcción de un muro completo en la frontera entre Estados Unidos y México está cada vez más cerca de convertirse en realidad.
Este miércoles el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva autorizando la construcción de una barrera infranqueable en la frontera sur.
“Lo que estoy haciendo es bueno para Estados Unidos. También va a ser bueno para México. Queremos tener un México muy estable y muy sólido”, dijo Trump en una entrevista con la cadena ABC, la primera que concede desde que llegó a la Casa Blanca la semana pasada.
En la entrevista también insistió con que la construcción de la controvertida barrera será financiada inicialmente por Estados Unidos, pero que luego conseguirá que México reembolse 100% del costo.
“Todo se nos reembolsará en una fecha posterior con cualquier transacción que hagamos con México. Sólo le digo que habrá un pago, que sucederá de alguna forma, quizás de una forma complicada”, afirmó.
La frontera entre Estados Unidos y México tiene unos 3.000 kilómetros de extensión, a lo largo de la cual ya hay unos 1.050 kilómetros de muros y vallas que separan a ambos países.
Entonces, ¿qué consecuencias reales tendrá la construcción del muro completo que Trump autorizó?
BBC Mundo lo consultó con un grupo de expertos.
1. Migración: vidas en juego
Una de las consecuencias más serias de un muro fronterizo sería el riesgo que supondría para los miles de migrantes que diariamente intentan llegar a EE.UU..
No es algo nuevo: desde 1994 EE.UU.ha instalado vallas que hoy alcanzan 1.050 kilómetros de la frontera, y eso ha hecho que los inmigrantes deban buscar pasos más remotos y arriesgados.
“Ha provocado que la gente se vaya a lugares más apartados y eso duplicó el número de muertos”, explica José Luis Pérez, quien fue director del Centro de Información y Estudios Migratorios de México.
En el desierto, las temperaturas de día pueden superar los 50ºC de día y por las noches llegar a puntos de congelación. El río Bravo/Grande es uno de los más caudalosos y cruzarlo implica un riesgo alto.
En la actualidad EE.UU. tiene 21.000 agentes fronterizos, un 518% más que hace dos décadas, según el Reporte del Estado de la Frontera, elaborado por el Centro Wilson, el Colegio de la Frontera Norte y el Centro Norteamericano de Estudios Transfronterizos.
Desde la instalación de nuevos tramos de muro fronterizo, al menos 6.500 cuerpos han sido recuperados y otros 1.500 más fueron enterrados sin identificar en EE.UU. Eso sin contar los cuerpos no recuperados.
“Si antes caminaban dos días por el desierto de Sonora cerca de Mexicali, ahora van hasta Yuma (80 kilómetros más al este) y caminan hasta seis días”, explica Isidro Pedroza, del refugio para migrantes Frontera Diga.
Además, sellar la frontera agravaría la crisis de los refugios, que hoy en día están saturados, y generaría un estancamiento de esas miles de personas en las ciudades fronterizas de México, advierte José Luis Pérez.
2. Seguridad: un muro ineficaz contra el narcotráfico
Catapultas, cañones, rampas, drones y sofisticados túneles… Los traficantes de drogas y otros productos ilegales han encontrado múltiples formas de evadir el actual muro fronterizo.
Algunos expertos creen que un muro de cuatro metros de altura como el que propone Trump resultaría inútil ya que los traficantes cuentan con múltiples maneras de evadirlo.
“La historia nos ha dicho insistentemente que cuando se crean ese tipo de barreras, lo único que pasa es que es más costoso cruzarla, pero si los incentivos para cruzarla siguen excediendo ese costo, va a seguir ocurriendo”, apunta Francisco Lara-Valencia.
Este investigador de la Escuela de Estudios Transfronterizos, de la Universidad Estatal de Arizona, considera que pagan “justos por pecadores” por una política mal pensada, como la del muro.
“Las soluciones no son físicas sino que tienen que basarse en la cooperación, mayor coordinación, colaboración entre las autoridades locales, y tienen que basarse en el uso de tecnología e intercambio de información”, dice Lara-Valencia.
El narcotráfico tiene sus rutas y métodos a la mano, principalmente en puntos como Tijuana, Mexicali, Nogales, Ciudad Juárez, Piedras Negras, Nuevo Laredo, Reynosa o Matamoros.
Mientras el mercado de la droga crece, la Agencia de Protección Fronteriza de EE.UU., que combate el tráfico ilegal en las fronteras, reportó una baja en los decomisos en lugares como en California, con una reducción del 25% en 2015.
Un muro sellado “es una contradicción frente a la intención de crear una frontera más segura“, señala la investigadora Paulina Ochoa, del Colegio Haverford, en Pensilvania (EE.UU.), pues se requiere de coordinación y comunicación, no de aislamiento.
“Haría mucho más difíciles la cooperación y las relaciones del gobierno mexicano y de los gobiernos locales. Y esas relaciones existen independientemente de las rejas o muros”, dice la investigadora y exprofesora asistente de la Universidad Yale.
3. Medio ambiente: daño latente
Además de las afectaciones a las actividades humanas, el medio ambiente también está en juego.
La ciudad mexicana de Nogales padeció fuertes lluvias que derivaron en una inundación en 2011, en parte debido a que un desagüe que cruza la frontera quedó semibloqueado en en el muro fronterizo, lo que generó una gran acumulación de agua.
Pero no solo preocupa la interrupción de cauces de agua, sino que también la vida de decenas de especies está amenazada por la presencia de un muro fronterizo, según algunos estudio realizados en la última década.
Uno de ellos fue coordinado por Carlos de la Parra, investigador en la Centro de Estudios Fronterizos de la Frontera Norte.
“Hay cuencas que están divididas por la frontera México-Estados Unidos. Si se interrumpen, tiene impacto al terreno natural, a carreteras, a edificaciones y a sistemas de drenaje. Pueden ser muy elevados los costos”, explica.
La Norma Oficial Mexicana y la Ley para la Preservación de Especies estadounidense enlistan las especies amenazadas por las actividades humanas, y unas 60 habitan en la región fronteriza.
“La migración de especies es necesaria y el muro simplemente les va a cortar el acceso”, advierte De la Parra.
4. Economía: golpe a la confianza
Cada día cruzan la frontera unos 300.000 vehículos y un millón de personas que trabajan, estudian, comercian o visitan por turismo el otro lado. También 15.000 camiones de transporte pasan por ahí diariamente.
El intercambio comercial en la frontera es de US$1.000 millones diarios, según el Reporte del Estado de la Frontera del Centro Wilson, un centro de estudios independiente de EE.UU.
Todo ese flujo pasa por los 40 puntos de cruce legales, así que ¿por qué tendría un impacto sobre la economía de ambas fronteras la presencia de un muro en pasos no legales?
“Es cierto que ya están divididas, pero yo creo que la propuesta de Trump sí alteraría la convivencia. Sobre todo, porque es unilateral”, explica Ochoa.
El problema es que además del muro, para mejorar la seguridad de EE.UU. Trump también prometió “cancelar visas” a mexicanos y “elevar las tarifas” de las tarjetas de cruce fronterizo, lo que impactaría directamente a la economía local.
“En una región que es muy interdependiente económicamente, que tiene fuertes vínculos culturales, que tiene fuertes relaciones comerciales. (El muro) es muy negativo en un contexto donde tienes una fuertísima integración”, explica Lara-Valencia.
Solo San Diego, en EE.UU., tiene una economía más fuerte que su vecino, Tijuana. El resto de las ciudades, como El Paso, Nogales, Laredo, McAllen o Brownsville dependen de la economía de sus vecinos del sur.
*Este artículo fue publicado originalmente el 22 de julio de 2016, en ocasión de la nominación de Donald Trump a la candidatura republicana, y se actualizó con motivo de la firma de la orden ejecutiva que habilita la construcción del muro.
Recibe semanalmente las informaciones más importantes de nuestra comunidad