Ryuho Okawa, líder de la secta japonesa “Ciencia Feliz”, que afirmaba poder comunicarse con los espíritus de todo el mundo, desde Jesús hasta Donald Trump, falleció este jueves a los 66 años, informaron los medios locales.
Fue trasladado de urgencia a un hospital tras sufrir un colapso en su casa de Tokio a principios de esta semana, y su muerte se confirmó este jueves, según los principales medios de comunicación, entre ellos la cadena nacional NHK y la agencia de prensa Jiji.
La causa del fallecimiento aún no se conoce, según Fuji TV.
Okawa era el singular líder y fundador del grupo Happy Science (Ciencia Feliz), creado en 1986 y que afirma tener miembros en más de 168 países.
El grupo cree en la reencarnación espiritual y en la construcción de una utopía global, pero se enfrentó a la oposición pública por el culto a la personalidad en torno a Okawa, incluso de su propio hijo Hiroshi.
En 2020, declaró al New York Times que su padre había “mentido implacablemente a sus seguidores”.
“Creo que lo que hace mi padre es una completa tontería”.
Entre el público japonés, Okawa era quizás más conocido por afirmar ser capaz de canalizar los espíritus de los ricos y famosos, así como por los libros de su autoría basados en lo que afirmaba que los espíritus le decían.
Entre sus publicaciones más recientes figuran discursos de los espíritus del presidente ruso, Vladimir Putin, sobre su decisión de invadir Ucrania, de Jesucristo sobre la pandemia y del líder de Queen Freddie Mercury tras la película “Bohemian Rhapsody”.
Aunque Okawa se mantenía alejado de los medios de comunicación populares, era una presencia constante en los periódicos que publicaban anuncios de sus últimos libros, así como de películas y música ocasionalmente.
Afirmaba haber tenido una epifanía a los 24 años, cuando adquirió la capacidad de comunicarse con los espíritus y se dio cuenta de que su misión era “llevar a la humanidad a la felicidad”.
Okawa lanzó un partido político en 2009 que aboga por un gobierno pequeño basado en las enseñanzas religiosas, junto con la contención del ascenso de China y la limitación de los derechos de la comunidad LGBTQ.
El partido “Realización Feliz” aún no ha obtenido escaños a nivel nacional, aunque sus miembros sí han ganado escaños en asambleas locales.
Históricamente, los grupos religiosos marginales han podido operar en Japón con relativamente pocas restricciones, pero se han visto sometidos a un renovado escrutinio desde el asesinato del ex primer ministro Shinzo Abe.
Al parecer, su presunto asesino, Tetsuya Yamagami, tenía como objetivo a Abe por sus vínculos con la Iglesia de la Unificación.
Tras el asesinato, se revelaron los vínculos entre la Iglesia y altos cargos políticos, y el gobierno japonés aprobó una nueva legislación destinada a impedir que los grupos religiosos obtengan donaciones masivas de sus seguidores.
Okawa nació en 1956 en la región rural de Tokushima. Se licenció en la Universidad de Tokio, la mejor academia de Japón, y se incorporó a una empresa comercial antes de dejarlo para fundar la secta.
(Con información de AFP)
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