Durante los últimos meses en Canadá se ha presentado una tendencia en aumento, donde cada vez más habitantes de Toronto dejan sus apartamentos y casas en la ciudad parar irse a los suburbios. Esto se ha dado ya que muchas personas buscan propiedades más espaciosas y en lo posible rodeadas de naturaleza.
Esta tendencia probablemente se debe a la larga temporada de encierro que tuvieron que pasar muchos habitantes de la ciudad en pequeños espacios y, además, al aumento del teletrabajo.
Antes de que llegara la pandemia del coronavirus, el mercado inmobiliario de Toronto tenía una demanda incesante de compradores ansiosos que resultaba en un aumento de los precios de venta, así como los alquileres.
Esto se vio fuertemente reducido cuando el gobierno decretó cuarentena y más personas tuvieron la oportunidad de trabajar desde sus hogares.
Como ir a la oficina ya no era una necesidad diaria, más personas comenzaron a experimentar un deseo por vivir fuera de Toronto en propiedades con precios más bajos e incluso más espacio para ellos y sus familias.
Por eso, algunos se preguntan, si es mejor tener una propiedad en el centro de la quinta metrópolis más grande de Norteamérica, o si es mejor comprar una vivienda en los suburbios.
Esta pregunta es relativa y puede variar dependiendo de las necesidades de cada familia o persona, sin embargo, en la región de Niágara es posible encontrar buenas propiedades por debajo de los $ 500,000, mientras que, en Toronto, las casas unifamiliares y adosadas se venden por más de $ 1 millón.
En Niágara el índice de precios de una casa con tres habitaciones y dos baños fue de $456,400 en mayo.
Entonces, por un precio mucho más bajo es posible poseer una vivienda más espaciosa y cómoda en Niágara, lo que definitivamente es una ventaja importante.
Adicionalmente, muchas personas consideran que dejar Toronto y su vibrante ambiente para vivir en los suburbios es una oportunidad para llevar un estilo de vida más tranquilo y menos agitado, lo que en general anhelan las familias.
Algunos trabajadores que tienen que ir a sus oficinas solo una o dos veces por semana también están dispuestos a dejar Toronto y conducir un poco para poder tener más habitaciones, donde puedan trabajar cómodamente sin sentirse asfixiados con sus parejas, como sucede en los pequeños espacios de los apartamentos de la ciudad.
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Los beneficios de vivir en la ciudad se han desvanecido para algunos habitantes de Toronto, con reuniones restringidas que detienen la mayoría de las formas de entretenimiento, incluidos conciertos, restaurantes cubiertos y eventos deportivos profesionales, además de que algunos temen que una segunda ola pueda llevar a una cuarentena obligatoria, que podría pasarse más tranquilamente en una propiedad más amplia y con naturaleza que provee aire puro para respirar.
Esto ha hecho que más personas reevalúen su forma de vida y que quizás prefieran la comodidad y el espacio sobre la vida citadina.
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