Uno de los mayores fabricantes de alimentos de Canadá detuvo los envíos a la tienda de comestibles más grande del país en un ejemplo extremo de cómo la inflación está afectando a la industria alimentaria y, abriendo una brecha entre algunos minoristas y proveedores.
El problema es una disputa sobre los precios entre Frito-Lay Canada y Loblaw Companies Ltd., ya que el fabricante de marcas como Cheetos, Doritos, Lays, Ruffles y Sunchips intenta recuperar los costos más altos.
La situación ha dejado el pasillo de papas fritas y refrigerios de muchas tiendas de Loblaw menos lleno de lo habitual o con las marcas propias del minorista, como President’s Choice o No Name.
La portavoz de Frito-Lay, Sheri Morgan, confirmó que hay una «interrupción temporal» con un cliente.
“Nuestro negocio ha enfrentado presiones sin precedentes por el aumento de los costos de los artículos, incluidos los ingredientes, el empaque y el transporte”, expresó en un correo electrónico.
«Para ayudar a compensar estas presiones en nuestras operaciones canadienses… hemos realizado ajustes en nuestros precios que son consistentes en todo el mercado», agregó.
La portavoz de Loblaw, Catherine Thomas, sostuvo que la tienda de comestibles está «enfocada con láser» en minimizar los aumentos de precios minoristas.
“Cuando los proveedores solicitan costos más altos, hacemos una revisión detallada para asegurarnos de que sean apropiados”, se lee en un correo electrónico. “Esto puede dar lugar a conversaciones difíciles y, en casos extremos, los proveedores no nos envían productos”.
La ruptura entre Frito-Lay y Loblaw expone las crecientes tensiones en la industria alimentaria de Canadá que, según muchos expertos, podrían empeorar a medida que continúen los desafíos de la cadena de suministro y la inflación.
Algunos argumentan que los minoristas de comestibles simplemente están tratando de mantener bajos los precios de etiqueta para los consumidores y evitar que los proveedores usen la inflación para justificar aumentos de precios irrazonables.
Otros sugieren que las tiendas de comestibles están utilizando su fortaleza en el mercado para intimidar a los proveedores y mejorar sus resultados.
El aumento en los precios mayoristas que algunos proveedores buscan de los minoristas ayudará a mitigar la inflación actual, pero no compensará por completo los costos más altos, añadió.
Mientras tanto, algunos supermercados han multado a los fabricantes de alimentos cuando no han podido abastecer a las tiendas con tanto producto como de costumbre.
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