Los costos de la gasolina y la energía han sido los más elevados en muchos años.
Durante la primavera del año 2020, el costo de la energía se encontraba en un precio bastante económico; esto debido a que las carreteras y aeropuertos estaban vacíos por la pandemia del covid-19.
Un año después, y gracias a una nueva normalidad, la demanda de la energía ha regresado a la normalidad, inclusive ha aumentado, representando un alza importante en sus precios.
El precio del petróleo en Estados Unidos se ha disparado 120 dólares desde que había caído unos 40 en abril de 2020; recién el precio del barril culminó por encima de los 80 dólares por primera vez en siete años.
La última vez que esto sucedió fue, precisamente, el 31 de octubre del años 2014, hace casi siete años exactos.
Esta situación llega en un momento en el que muchos estadounidenses vienen comprando barriles de gasolina y donde además, el precio suele bajar considerablemente.
El precio de la gasolina alcanzó un valor de 3,27 dólares el galón; representando un aumento de siete centavos solo la semana pasada.
Mientras que, por su parte, el precio del gas se ha duplicado en comparación con el precio del año 2020.
Esta nueva lista de precios ha dañado considerablemente la imagen del presidente Joe Biden, y lo peor del caso es que los precios pueden llegar a subir aún más como consecuencia de la crisis energética mundial.
Otros lugares que se han visto afectados por el alza de los precios han sido Europa y Asia, donde las plantas de energía y las fábricas pueden recurrir cada vez más a una fuente de combustible más económica.
Otro país que ya ha expresado el daño recibido por el alza de precios es China; quien ha alcanzado precios récord de $3,30 dólares el galón, un precio exageradamente alto para el país.
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