La gobernadora general Julie Payette y su secretaria, Assunta di Lorenzo, dimitieron a sus cargos después de que un estudio externo sobre la situación del clima de trabajo en Rideau Hall estableció que ambas personas establecieron un ambiente de trabajo tóxico.
Rideau Hall es la residencia oficial de la monarca canadiense, la reina Elizabeth II, así como de la gobernadora general de Canadá. Se encuentra situada en las afueras de Ottawa, la capital del país.
El año pasado, la Oficina del Consejo Privado contrató a una empresa consultora independiente para que revisara los informes que indicaban que Payette era responsable de acoso laboral en Rideau Hall.
Fuentes informadas sobre el contenido del documento elaborado por la firma consultora comunicaron al difusor público canadiense CBC que sus conclusiones eran condenatorias.
Las fuentes añadieron que la secretaria de la Gobernadora General, Assunta Di Lorenzo, que también fue acusada de acoso a los empleados, contrató recientemente a la firma de abogados Marie Henein para que la representara.
Henein representó al ex vicealmirante Mark Norman, que llegó a ser el segundo al mando del ejército, durante su juicio por abuso de confianza. Los fiscales federales suspendieron esa acusación. No está claro si Henein u otro abogado de su bufete está representando personalmente a Di Lorenzo.
Tras la renuncia de Payette, será el presidente de la Corte Suprema de Canadá, Richard Wagner, quien actuará como Gobernador General en funciones.
En el pasado, los gobernadores generales en países de la Mancomunidad británica han dimitido al cargo bajo presión y han sido los primeros ministros quienes les han pedido que lo hagan.
Dos días después de la publicación de la noticia, Payette dijo a través de las redes sociales que “estaba profundamente preocupada por los informes de los medios de comunicación” y que ella tomaba “muy en serio los problemas laborales como el acoso en el trabajo… Estoy totalmente de acuerdo y doy la bienvenida a una evaluación independiente».
Hasta el 5 de enero, Rideau Hall había gastado más de 150.000 dólares de fondos públicos en representación legal en respuesta a las acusaciones sobre un clima de trabajo tóxico en aquel lugar, y había contratado a un antiguo juez de la Corte Suprema para representar a Payette, así como al bufete de abogados Blakes para la propia institución.
via www.rcinet.ca
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