Washington, (EFE).- El presidente de EE.UU., Donald Trump, describió este jueves como “buenas y apropiadas” las declaraciones en las que admitió que a principios de este año restó importancia deliberadamente a la COVID-19 para no causar “pánico”, un tema que ha agitado la polémica sobre su gestión de la pandemia.
En un tuit, Trump argumentó que si su propia admisión de que engañó deliberadamente a los estadounidenses sobre la gravedad del nuevo coronavirus fuera “tan mala”, el periodista Bob Woodward habría publicado antes la entrevista en la que el mandatario se lo reconoció, que tuvo lugar el 19 de marzo.
“Bob Woodward tuvo mis declaraciones durante muchos meses. Si él pensara que eran tan malas o peligrosas, ¿por qué no informó de ellas inmediatamente, en un intento de salvar vidas? ¿No tenía una obligación de hacerlo? No, porque sabía que eran respuestas buenas y apropiadas. ¡Calma, no pánico!”, escribió Trump en Twitter.
El mandatario alimentaba así la controversia que han generado no solo sus declaraciones, sino el hecho de que Woodward retuviera hasta este miércoles la noticia de que Trump sabía y reconocía desde febrero que la COVID-19 era “más mortal” que la gripe estacional, pero decidió minimizar su gravedad en sus discursos públicos.
El prestigioso periodista, que ayudó a destapar el caso Watergate, ha recibido críticas por haber guardado la información para incluirla en su nuevo libro sobre Trump, “Rage” (“Ira»), que saldrá a la venta el próximo martes, en lugar de publicarla de inmediato.
Woodward se ha defendido en declaraciones al diario The Washington Post, al asegurar que cuando Trump le dijo en una entrevista el 7 de febrero que consideraba la COVID-19 “más mortal que incluso la gripe más ardua”, él no sabía de dónde había sacado el mandatario la información para afirmar eso.
Según el reportero, no fue hasta mayo que pudo confirmar que Trump fue informado sobre la gravedad extraordinaria del nuevo coronavirus durante una reunión de inteligencia el 28 de enero, y que a pesar de eso, el presidente tardó muchas semanas en reconocer públicamente la magnitud del problema.
“El mayor problema que tenía, que siempre es un problema con Trump, es que no sabía si era verdad”, explicó Woodward al Post.
El periodista dijo que su objetivo no era sacar a la luz revelaciones concretas cuanto antes, sino trabajar con tiempo para corroborarlas por completo y proporcionar un contexto más profundo del que puede aportar un artículo de periódico, para ayudar a los estadounidenses a decidir si quieren reelegir a Trump.
“Mi fecha límite eran las elecciones” del 3 de noviembre, subrayó el veterano reportero.
La revelación provocó este miércoles una dura condena del candidato presidencial demócrata, Joe Biden, quien acusó a Trump de haber “costado vidas” estadounidenses al “mentir” sobre el riesgo de una enfermedad que ya ha dejado más de 190.000 muertos en Estados Unidos.“Es algo casi criminal”, dijo Biden en una entrevista que emitirá este jueves la cadena CNN.
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