La temporada de incendios provoca siempre preocupación y temores, tanto por los daños materiales que los siniestros provocan, como por las consecuencias en el medioambiente y en la salud de las personas.
Los fuegos voraces que ocurren en varios estados de Estados Unidos y los focos registrados en Canadá, principalmente en Columbia Británica están empezando a provocar problemas respiratorios en muchos canadienses, con síntomas que en algunos casos pueden ser difíciles de distinguir de los provocados por el coronavirus.
Complicaciones recurrentes
Ya a mediados de agosto había no menos de 100 focos de fuegos ardiendo en Columbia Británica, una de las provincias que suele ser afectada por tales fenómenos, debido a las altas temperaturas que se registran durante el verano y, algunos ocasiones, a la escasez de precipitaciones y humedad.
Pero este año se suma un agravante, ya que los incendios que ocurren en el oeste estadounidense, sobre todo en el estado de Oregon, están produciendo enormes cortinas de humo que ha comenzado a llegar al territorio canadiense, afectado sobre todo el sur de la provincia de Alberta.
Al respecto, la agencia canadiense del Medioambiente emitió días pasados un alerta de deterioro de la calidad del aire para toda la porción sudoeste de la provincia.
La nube de humo no sólo tornará el oxígeno menos puro, sino que también puede afectar la visibilidad en algunos sectores.
Los niños, los ancianos y las personas con enfermedades respiratorias son los que más riesgo enfrentan de sufrir trastornos, causados por la contaminación emanada por los fuegos.
Via Por Luis Alberto Laborda RCI
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