Fue a finales de marzo que empezaron a llegar al Hospital de Brampton, en la provincia de Ontario, los pacientes que se habían contagiado con el virus. Uno de ellos, de 40 años y aparentemente sano, acabó conectado a una fuente de oxígeno, registrando una frecuencia respiratoria de alrededor de 40 respiraciones por minuto, más del doble de lo que un adulto normalmente respira.
El médico de cuidados críticos, Brooks Fallis, conoció al hombre durante una consulta, en medio de la preocupación de que los pulmones del paciente podrían estar fallando demasiado rápido, lo que haría necesario su traslado a la unidad de cuidados intensivos, o UCI.
«Yo me veía reflejado en él: hombre, saludable, entrando a los 40», recuerda Fallis. «Eso realmente me impresionó, ya que me di cuenta de que la enfermedad iba a afectar a todo el mundo».
Para muchos médicos que dirigían equipos en las UCI de los hospitales, esos primeros meses de la pandemia estuvieron marcados por la incertidumbre y el miedo.
Noticias y fotos de hospitales llegaban del extranjero, mostrando personal médico en lugares críticos como Italia, llevando trajes de protección contra materiales peligrosos mientras que decenas de pacientes acababan en bolsas para cadáveres. También se compartieron anécdotas sobre las estrategias de tratamiento que funcionaban y las que no, incluyendo las primeras nociones de ventilación rápida como una forma de evitar que los pacientes infectados por el coronavirus se mueran repentinamente. Además de eso, los temores se dispararon al saberse que los materiales de protección personal se estaban agotando rápidamente.
En la actualidad, seis meses después de la aparición del presunto primer caso en Canadá, varios médicos explicaron al difusor público CBC que su comprensión de Covid-19 ha evolucionado.
Aunque la enfermedad sigue siendo difícil de tratar, y mientras persisten interrogantes sobre cómo el virus ataca al cuerpo humano, los equipos de cuidados intensivos que tratan a los pacientes más enfermos se sienten mejor equipados para salvar más vidas.
«Ahora que hay menos incógnitas, creo que todos se sienten mejor preparados. Hay menos incertidumbre sobre lo que se debe hacer», dijo el doctor Bram Rochwerg, jefe de cuidados críticos del Hospital Juravinski de Hamilton, en la provincia de Ontario.
Fue el pasado 25 de enero cuando la provincia de Ontario anunció que se había identificado en Toronto el primer caso presuntamente positivo de Covid-19, entonces conocido como una enfermedad causada por un nuevo coronavirus.
Recibe semanalmente las informaciones más importantes de nuestra comunidad