Desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, el 88% de los participantes dijo haber experimentado al menos un síntoma de ansiedad en las dos semanas previas a la participación en la encuesta. Los más comunes fueron, en orden, nerviosismo, tensión, irritabilidad y dificultad para relajarse.
Poco más de la mitad (52%) de los participantes informaron que su salud mental estaba «algo peor» o «mucho peor». El otro 48% de los participantes informó que su salud mental era «más o menos la misma», «algo mejor» o «mucho mejor».
“Me preocupa la salud mental de los canadienses», dijo la Dra. Theresa Tam, Directora Principal de Salud Pública Canadá, comentando los resultados del estudio del Instituto de Estadística Canadá sobre las repercusiones de la pandemia en la población.
El estudio indica también que casi el 20% de los encuestados «informó de síntomas consistentes con ansiedad de moderada a grave» y «los resultados también muestran que más canadienses están consumiendo más alcohol, comida basura y dulces desde el comienzo de la pandemia», dijo.
«Como comunidad, necesitamos aprender a hacer de la salud mental una prioridad», dijo la Dra. Tam, haciendo un llamamiento a los ciudadanos para que «busquen activamente formas seguras de socializar, realizar actividades físicas y elegir alimentos saludables», siguiendo al mismo tiempo los consejos de las autoridades sanitarias.
Lo que la Dra. Tam dice, lo están viviendo otros países en el mundo sin excepción.
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