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Canadá, la tierra prometida para los LGBTQ latinos

El Gobierno federal ha presentado este martes una propuesta legislativa que, de aprobarse, permitirá la eliminación de antecedentes penales sobre personas condenadas por actividad sexual consensuada con parejas del mismo sexo. Hasta finales de la década de los 60 del pasado siglo éste era un delito tipificado en el código penal canadiense. La nueva legislación propuesta quiere corregir una “injusticia histórica” y además la reconoce como una práctica de criminalización de la actividad homosexual incompatible con la Carta de Derechos y Libertades. La Ley de Expurgación de Condenas Históricamente Injustas, Bill C-66, también permitirá que los cónyuges, padres, hermanos, hijos o representantes legales de los afectados puedan solicitar la anulación de registros incluso cuando estos ya hayan fallecido. Es decir, se trata de borrar cualquier huella penal por viejos delitos que sólo se pueden explicar en el contexto de la sociedad canadiense de la época, regida por una férrea moralidad y un instinto homogeneizador.

El paquete de medidas incluye una partida de más de 100 millones de dólares destinada a compensar a los miembros de las fuerzas armadas y de otras agencias federales cuyas carreras fueron arruinadas debido a su orientación sexual. Ésta es una parte fundamental del acuerdo colectivo alcanzado con los empleados públicos que fueron en su día investigados, sancionados y, a veces, despedidos como parte de la llamada “purga gay”.

Una de las citas que el primer ministro Justin Trudeau ha leído en su comparecencia en el Parlamento de Ottawa.
El anuncio es parte de la histórica disculpa que el primer ministro, Justin Trudeau, ha ofrecido este martes en la Cámara de los Comunes por la represión a la que el Gobierno canadiense sometió en el pasado a miles de miembros de la comunidad LGBTQ (Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales, Queer) del país. “Esta es la historia devastadora de personas que fueron clasificadas como criminales por el Gobierno, personas que perdieron sus medios de subsistencia y, en algunos casos, sus vidas”, ha señalado Trudeau durante su emotiva intervención, en la que incluso llegó a emocionarse. La jornada despertó una gran expectación y el Parlamento de Ottawa mostró un colorido diferente al habitual. Decenas de personas, incluidos dos de los propios hijos de Trudeau, Xavier y Ella-Grace, se apretujaron en varias salas de la Cámara de los Comunes, muchos de ellos luciendo cintas arcoíris que representan a la comunidad LGTBQ, para seguir la histórica sesión.

A su llegada al Parlamento, Trudeau ya quiso dejar constancia de la relevancia de la jornada para la comunidad LGBTQ y para todos los canadienses: “necesitamos reconocer los males del pasado para seguir adelante y de eso nos responsabilizamos”. La disculpa oficial se centra en las acciones de represión que, con distinta intensidad, emprendió el gobierno contra miles de miembros del Ejército y empleados públicos canadienses desde la década de 1950 hasta la de 1990 como parte de una purga de “seguridad nacional” basada exclusivamente en criterios de orientación sexual. “El trabajo número uno de cualquier gobierno es mantener a sus ciudadanos seguros. Y sobre esto, hemos fallado a las personas LGBTQ2, una y otra vez”, ha señalado Trudeau en su comparecencia, utilizando un acrónimo que incluye referencias a los pueblos indígenas conocidos como “dos espíritus”.

La disculpa va dirigida a personas con nombres y apellidos, muchos de ellos ya fallecidos, que sufrieron la obsesiva represión de un gobierno guiado por un criterio moral excluyente. Como Everett Klippert, un mecánico de Saskatchewan, que está reconocido como el último canadiense que fue encarcelado por el simple hecho de ser homosexual. El escándalo que desató su caso en 1966 en un país que quería ser más abierto y tolerante, empujó al gobierno federal a despenalizar los actos homosexuales cuatro años después. Fue precisamente Pierre Trudeau el responsable de promover la ley que acabaría con una injusticia histórica que condenó durante décadas a miles de canadienses. Al presentar el texto de la ley en el Parlamento, Trudeau pronunció su famosa frase: “No hay lugar para el Estado en las habitaciones de la nación“. Everett Klippert había sido sentenciado a pena de cárcel indefinida con el arbitrario argumento de que era probable que tuviera relaciones sexuales con hombres si lo liberaban, cosa que finalmente ocurrió e 1971. Aunque Klippert ostenta el dudoso honor de ser el último canadiense encarcelado por su orientación sexual, la hostilidad contra los miembros de la comunidad LGBTQ continúo con menor intensidad desde instancias oficiales hasta bien entrada la década de los 90 del pasado siglo.

Everett Klippert. Foto: The Canadian Encyclopedia

Desde entonces los avances han sido notables en todos los sentidos y hoy es el día en que Canadá es observado en el mundo como uno de los países más tolerantes e inclusivos en materia de libertad sexual. La participación habitual de su primer ministro, Justin Trudeau, en los desfiles del orgullo gay de Toronto y Montreal se ha convertido también en un gesto de gran carga simbólica, y también política, que ha ayudado a normalizar los procesos de inclusión.

En este contexto, el pasado mes de mayo la Junta de Inmigración y Refugiados de Canadá anunció una nueva directriz en los procedimientos que involucran orientación sexual e identidad y expresión de género en las solicitudes de asilo. El propósito de esta nueva directriz es promover una mayor comprensión hacia estos perfiles de asilo, que generalmente no cuentan con la misma consideración que otros vinculados con conflictos bélicos, amenazas o riesgo de vida.

El gobierno liberal de Trudeau ha reafirmado en diversas ocasiones su compromiso de traer más refugiados LGBTQ a Canadá, pero muchos expertos y abogados de inmigración aseguran que la incertidumbre del financiamiento, los prolongados procesos burocráticos y la falta de capacitación de los oficiales que tramitan las visas están amenazando los esfuerzos de reasentamiento en Canadá. El próximo año el país tiene previsto acoger alrededor de 43,000 refugiados, entre ellos lesbianas, gays, transexuales y otras personas que se enfrentan en sus países a persecución por su orientación sexual. Sharalyn Jordan, presidenta de la organización Rainbow Refugee, con sede en Columbia Británica, recuerda que hay vidas en riesgo en los casi 80 países que prohíben cierta orientación sexual. Su organización ha logrado reubicar en Canadá vía patrocinio a cerca de cien refugiados LGBTQ patrocinados con la ayuda de fondos federales.

¿De qué modo estas políticas están impactando en los miembros de las comunidades LGBTQ de los países latinoamericanos que buscan en Canadá un refugio o un nuevo proyecto de vida? Lo cierto es que no existen estadísticas fiables sobre el número de ciudadanos de habla hispana que han pedido asilo por razones de orientación sexual en los últimos años. Tampoco existen datos contrastados sobre el peso de la comunidad latina LGBTQ en Canadá, pero es comúnmente reconocida por su influencia y presencia cada vez más visible, aunque sea aventurado definirla como un colectivo homogéneo y coordinado. Existen ejemplos como el Grupo latino Hola, una entidad de carácter social y de apoyo fundada en 1991 y dirigida a personas LGBTQ de origen hispano que residen en Toronto. El Grupo Latino Hola ofrece un espacio de seguridad donde las personas LGBTQ pueden expresarse libremente en un ambiente respetuoso y abierto. El grupo proporciona referencias para ayudar a las personas en sus procesos de inmigración y adaptación a la vida canadiense.

Justin Trudeau participa regularmente en los Gay Parade que se celebran cada año en Toronto y Montreal. El gesto, de enorme carga simbólica y política, ha reforzado su imagen dentro de la comunidad. Foto: YouTube

Aunque en buena parte de América Latina se han experimentado grandes logros en materia de libertad sexual, inclusión y tolerancia, lo cierto es que las cifras siguen ofreciendo un panorama con muchos claroscuros. Esa es una de las razones por las que Canadá sigue siendo un destino prioritario para muchos miembros de las comunidades LGBTQ que buscan un entorno más tolerante y seguro. Casi 600 personas murieron violentamente entre enero de 2013 y marzo de 2014, según el informe de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA). Otros informes sobre la región confirman que la violencia contra las personas LGBTQ es cada vez más extrema. A menudo son apedreados, torturados y violados antes de ser asesinados, y los crímenes suelen quedar impunes.

Lo cierto es que América Latina ofrece una narrativa contradictoria en este punto, como se ha dicho anteriormente. La región tiene las tasas más altas de violencia contra la comunidad LGBT, según una investigación realizada por Transgender Europe, una organización no gubernamental; pero paradójicamente también tiene algunas de las leyes más progresistas para la igualdad y la protección LGBTQ.

América Latina tiene las tasas más altas de violencia contra la comunidad LGBT de todo el mundo.

El matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia y en varios estados mexicanos, además de la Ciudad de México. Chile y Ecuador permiten las uniones civiles entre personas del mismo sexo. Catorce países latinoamericanos también han aprobado leyes que prohíben la discriminación en el lugar de trabajo basada en la orientación sexual. Muchos países como Argentina, Brasil, Colombia y Uruguay ahora permiten que las parejas del mismo sexo adopten.

A pesar de los numerosos avances, América Latina no tiene una voz unitaria sobre temas LGBTQ y los grandes progresos en la región son insuficientes para eclipsar el tamaño real de la marginación y la persecución. De nuevo las cifras ofrecen una dimensión que cuestiona las percepciones subjetivas o emocionales: el 78% de los asesinatos de personas transgénero y de diversidad de género documentados en todo el mundo entre 2008 y 2014 se produjeron en América Latina. El dato es de Naciones Unidas.

Esa realidad dramática e incompleta se proyecta en Canadá y en especial en ciudades como Montreal, Vancouver o Toronto, donde la presencia de latinoamericanos LGBTQ es muy visible en los ámbitos de la empresa, la cultura, la creación y el emprendimiento. En Lattin Magazine hemos querido buscar la voz de algunos de sus miembros para que nos expresen, en este día de resonancias históricas para su comunidad, qué representa la disculpa oficial del gobierno canadiense y qué les ha dado este país, que eligieron voluntariamente para poder realizarse personal y profesionalmente.

Antonio Pendones, diseñador gráfico

El diseñador gráfico Antonio Pendones, izquierda, junto a su pareja.

¿Cómo valoras el gesto del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau?

Este es un gesto muy importante, no solo para la comunidad LGBTQ sino para el país en general. Es importante porque demuestra la voluntad de este gobierno de reconocer los errores del pasado y dar la vuelta a una nueva página. Este gesto también es importante porque señala al mundo en general que Canadá es un país que respeta los derechos humanos y un país donde las personas LGBTQ pueden construir una vida feliz y exitosa sin temor a la persecución.

¿Qué ha supuesto para ti Canadá como país de acogida, inclusivo y tolerante hacia todas las preferencias sexuales, ideológicas y religiosas?

Mudarme a Canadá desde EE UU y encontrar una sociedad de bienvenida significó mucho para mí. Además, tener la capacidad de casarme abiertamente y orgullosamente con la que era mi pareja desde hace 15 años fue un gran honor. Esto es particularmente significativo porque creo que tenemos la responsabilidad como nación de liderar el camino para aceptar y abrazar la diversidad.

Alfonso Pérez, servicios financieros profesionales

Alfonso Pérez.

¿Cómo valoras el gesto del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau?

Creo que es un gran paso y de un inmenso valor. Para nosotros, la comunidad LGBT y aliados, es histórico porque logra tapar heridas que se abrieron a muchos de nuestros compañeros en los años 50’s hasta el año 1969, fecha en que se descriminalizó las relaciones de personas adultas del mismo sexo. El ser torturado por policías para buscar si eras LGBT,  ser interrogado, intimidado, despedido y humillado de tu trabajo en esos años fue terrible y devastador para los LGBT de aquella época. Muchos se suicidaron por el peso de la vergüenza, simplemente por ser como son. Tenemos muchos ejemplos, como el de Alan Turing en Inglaterra, el científico que fue responsable de gran parte de la victoria de los aliados en la Segunda Guerra mundial contra los nazis. Aun así fue perseguido y sentenciado por ser gay y se suicido a pesar que fue un héroe para el mundo.

El que Canadá siga los pasos de Gran Bretaña y también honestamente pida perdón por los daños del pasado y se borren los records criminales de los supervivientes de esa época, se les de una remuneración económica y una disculpa publica es un buen acto de rectificación por el gran daño cometido. Y se abre una nueva era de ahora en adelante en derechos humanos para nuestra generación y las del futuro.

¿Qué ha supuesto para ti Canadá como país de acogida, inclusivo y tolerante hacia todas las preferencias sexuales, ideológicas y religiosas?

Canadá para mi ha sido mi hogar elegido desde 2001, he tenido  oportunidad de crecer personalmente y profesionalmente siendo orgulloso de ser un hombre gay. La celebración de la diversidad en la sociedad, el gobierno y las grandes empresas es real y palpable. En mi caso he participado en grupos sociales y activistas LGBT donde he podido aprender de otros miembros de la comunidad y hacer grandes amistades. En el plano laboral, en las empresas nacionales e internacionales en las que he trabajado y sigo trabajando he tenido oportunidad de ser galardonado y celebrado por mi apertura y trabajo en la educación por la diversidad sexual (Diversity Ambassdor 2012), siendo líder del grupo LGBT de empleados donde las empresas proporcionan espacio y financian eventos para acoger y celebrar la diversidad. Nuestros países latinos van por muy buen camino hacia esto, pero aún falta muchísimo por hacer en el ámbito de los derechos humanos, laborales y de salud para llegar a los niveles de Canada y de otros países desarrollados en el ámbito de la diversidad.

Mirna Chacín, fotógrafa y artista visual

Foto: Nirma Martinez

¿Cómo valoras el gesto del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau?

Creemos que las acciones que el gobierno de Canadá dirige hacia los ciudadanos en pro de reforzar los derechos universales, sin importar raza, color, religión y tendencia sexual, tienen un efecto liberador para los miembros que sufrieron injusticias por ser quienes son y efecto “espejo” para el colectivo que mira desde afuera porque le permitirá “ver” los hechos desde otra perspectiva.

Este tipo de mensajes masivos y conciliadores logran mover miedos y le abren un lugar en la sociedad a una minoría que estuvo negada, viviendo entre sombras y criminalizada frente al colectivo. Un gobierno que es capaz de aprender de sus errores, tomar acciones para corregirlos y pedir disculpas publicas a las víctimas merecerá nuestro respeto y apoyo.

¿Qué ha supuesto para ti Canadá como país de acogida, inclusivo y tolerante hacia todas las preferencias sexuales, ideológicas y religiosas?

Ha supuesto libertad plena. Toronto se ha revelado como una ciudad tolerante e inclusiva en muchos aspectos. En el plano laboral y personal no hemos experimentado ningún tipo de trato diferente por ser lesbianas, aunque podríamos escribir una larga lista de las distintas reacciones de las personas al “revelarles” que estamos casadas. Los prejuicios desafortunadamente vienen tatuados en la piel de cada quien, pero poco a poco hemos visto cómo las primeras impresiones luego pasan a ser anécdotas.

No sabemos ciertamente cuanta tolerancia y aceptación real hay en el colectivo puesto que estamos viviendo tiempos donde no es políticamente correcto emitir opiniones honestas, sin embargo, lo que si es importante resaltar es que vivimos en una sociedad donde legalmente tenemos los mismos derechos y por lo tanto debemos ser tratadas como cualquier otras  ciudadanas. Desde el momento que enviamos las solicitudes de residencia canadiense y pudimos poner nuestros nombres juntos como pareja de hecho supimos que tendríamos una acogida inclusiva. En ningún momento hemos sido confrontadas por ningún organismo, institución o persona por ser quienes somos y esa es una de las razones por las que siempre estaremos agradecidas de vivir en este país y orgullosas de ser nuevas canadienses.

Daniel García-Herreros, director de Pan American Food & Music Festival

Daniel García-Herreros junto al primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

¿Cómo valoras el gesto del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau?

Me parece que es un acto de grandeza y nobleza de nuestro primer ministro para con todas aquellas personas que fueron discriminadas y/o castigadas por sus preferencias sexuales en Canadá. Afortunadamente todo empezó a cambiar gracias a lo realizado por su padre el también primer ministro Pierre Elliot Trudeau, quien firmó en 1969 la ley que descriminalizó los actos gays y quien pronunció la famosa frase: “ El estado no tiene ningún derecho para estar en los cuartos de esta nación”. Realmente me siento muy orgulloso de vivir en Canadá y de tener al que considero el mejor primer ministro del mundo: Justin Trudeau.

¿Qué ha supuesto para ti Canadá como país de acogida, inclusivo y tolerante hacia todas las preferencias sexuales, ideológicas y religiosas?

Es una sensación de libertad enorme especialmente para alguien que llegó de un país con tendencia homofóbica. Vivir en Canadá es un gran privilegio, es sentirse inclusivo y vivir la tolerancia.  Siempre me he sentido seguro, respetado y protegido en este país que ha llegado a ser pionero mundial en los derechos de las comunidad LGBT.

José Antonio Villalobos, coach y escritor

José Antonio Villalobos.

¿Cómo valoras el gesto del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau?

Este gesto del gobierno canadiense reconoce que hubo un grave error y asume la responsabilidad generando un espacio que invita al diálogo en la lucha contra la discriminación. Además cabe destacar la legislación que acompaña las disculpas oficiales a las víctimas y los pasos subsecuentes. Con esta noble acción Canadá reivindica su capacidad de cumplir con aquellos “compromisos pendientes” generando un gran alivio en nuestra sociedad. Además todo esto nos invita a la reflexión sobre un capítulo de nuestra historia que debemos conocer y que no debe ser ignorado para que no vuelva a repetirse. Debería ser una prioridad de la sociedad.

Las disculpas ofrecidas por nuestro primer ministro resumen perfectamente los valores de una nación líder, el positivo impacto que genera en nuestra sociedad, y el importante precedente que deja en el mundo. Acciones de este tipo son indispensables dentro del comportamiento de un país desarrollado, que sabe identificar la importancia de una sociedad inclusiva y que garantiza la igualdad de derechos de todos sus ciudadanos, promoviendo respeto y dignidad, destacando el fundamental rol que representan las minorías.

Pienso también que todo esto involucra una gran responsabilidad. Como miembro de la comunidad LGTBQ2 no puedo darme el lujo de ignorar, de esconderme, de no dar la cara.  No puedo ser ajeno y darle la espalda a una realidad vulgar y desgarradora que existe en el mundo. Es crucial que todos seamos agentes de cambio si estamos interesados en eliminar prejuicios y que tanto nuestros derechos como nuestro rol en la sociedad puedan prevalecer.

¿Qué ha supuesto para ti Canadá como país de acogida, inclusivo y tolerante hacia todas las preferencias sexuales, ideológicas y religiosas?

No es nada fácil aceptar que en el país en el que naciste no tienes los mismos derechos como cualquier ciudadano, sencillamente por ser gay. Desde el momento en el que te das cuenta que no eres parte de la norma trabajas en todo el doble para lograr cualquier objetivo, no es fácil.

Hace casi 18 años Canadá nos abrió las puertas a mi y a quien ahora es mi esposo, jamás olvidaré cuando llegamos a Pearson y el agente de migraciones nos dio la bienvenida diciéndonos “welcome home”. Fue un gesto tan simple y tan significativo que curo tantas heridas en mi corazón. Desde entonces Canadá ha sido nuestro hogar, aquí hemos crecido juntos como pareja, formamos un hogar dentro de una sociedad tolerante que está en búsqueda constante del bienestar común. Sigue siendo un sueño, somos privilegiados y siempre lo repito: aquí volví a nacer.

Paola Solorzano, chef y empresaria

La chef Paola Solorzano.

¿Cómo valoras el gesto del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau?

El primer ministro Pierre Trudeau comenzó el trabajo al despenalizar la homosexualidad en los 60s, y puso los cimientos para construir una sociedad más inclusiva.  Que ahora Justin Trudeau ofrezca una disculpa en 2017 a quienes fueron injustamente encarcelados es otro paso más hacia adelante. A mi me hace pensar que el compromiso es serio, que Canadá sigue en la lucha por ser un país incluyente.

Pero aún falta mucho por hacer. El día de hoy solamente está prohibida legalmente la “terapia de conversión” en Ontario y Manitoba. En el resto del país aun es legal someter a personas a tortura psicológica a fin de “curarlos”; es decir, un sector de la población sigue pensando que la homosexualidad es una enfermedad, que debe ser desarraigada del individuo. Y es ahí en donde tenemos que seguir trabajando, en educar a la sociedad.

¿Qué ha supuesto para ti Canadá como país de acogida, inclusivo y tolerante hacia todas las preferencias sexuales, ideológicas y religiosas?

A nivel personal, después de 15 años de vivir en Canadá, en Downtown Toronto particularmente, y después de haber militado como activista por varios años, puedo decir que me siento muy agradecida por vivir en una sociedad que sigue luchando, que sigue buscando ser más justa y más humana.

Alex Flores, artista, activista y periodista

Alex Flores.

¿Cómo valoras el gesto del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau?

Creo que nunca es tarde para poder reconocer la injusticia que ha existido para algunas minorías, y tomar reflexiones sobre la realidad de los derechos humanos. Los activistas, los que han tenido una vision de justicia y de amor por la libertad humana, deben ser reconocidos. No solo una disculpa, porque al fin de cuentas, muchos seres humanos han sido sacrificados y mucho dolor se ha derramado. Creo que una disculpa es lo mínimo que un gobernante puede hacer pero lo mas importante es que el mundo reconozca este gesto de Canada, para así poder ayudar a otros países a desarrollar medidas de protección para los miembros de la comunidad LGTBQ@.

¿Qué ha supuesto para ti Canadá como país de acogida, inclusivo y tolerante hacia todas las preferencias sexuales, ideológicas y religiosas?

Creo que Canada definitivamente es un país vanguardista en derechos humanos, pero pienso que todavía hay mucho que hacer en términos de nuestras y nuestros hermanos y hermanas ya que esta comunidad ha sido atacada infinitamente por una sociedad religiosa y patriarcal, especialmente en nuestra comunidad latinoamericana. Todavía existe cierto estigma y rechazo hacia esta comunidad, y en muchos casos en contra de sus propios hijos e hijas. Creo que Canada también es un país seguro, pues la justicia está ahora de nuestro lado y definitivamente he de decir que me siento segura en Canada, aceptada y respetada en todos mis derechos, y eso ha ayudado a que mis hijos tengan derechos también, por ser hijos de parejas del mismo sexo.

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