¡Agárrate el volante, porque hoy es OFICIAL! La Ciudad de Toronto acaba de anunciar una medida que está haciendo temblar a los conductores: están duplicando la cantidad de cámaras de velocidad en las calles, pasando de 75 a 150. Sí, leíste bien: ¡el doble de ojos electrónicos cazando a los que pisan el acelerador como si fueran pilotos de Fórmula 1!
Barbara Gray, la jefa de transporte, confirmó esta mañana que las nuevas cámaras ya están siendo instaladas en zonas de seguridad comunitaria, especialmente cerca de escuelas y áreas residenciales, con el objetivo de reducir la velocidad y aumentar la seguridad para peatones y ciclistas. Las autoridades afirman que esta medida es necesaria para proteger a los ciudadanos y prevenir accidentes, pero no todos están convencidos.
Los conductores están temblando, y las redes sociales están que arden. Muchos creen que esta medida es menos sobre seguridad y más sobre aumentar los ingresos de la ciudad a través de las multas. En 2023, las cámaras de velocidad generaron millones de dólares en multas, y con el doble de dispositivos en funcionamiento, las ganancias podrían dispararse aún más. Algunos residentes acusan a la ciudad de haber convertido las cámaras en una “trampa para recaudar dinero”, mientras otros aplauden la medida como una forma efectiva de frenar a los conductores imprudentes.
Las estadísticas parecen darle algo de razón a las autoridades. Desde que se instalaron las primeras cámaras, se ha registrado una disminución notable en el exceso de velocidad en algunas de las zonas más peligrosas de Toronto. Según Gray, el 70% de los conductores multados en 2023 no recibieron una segunda multa, lo que indica que las cámaras están teniendo un efecto disuasorio.
Sin embargo, algunos conductores critican la ubicación de las cámaras, argumentando que están colocadas estratégicamente para generar más ingresos en lugar de mejorar la seguridad. Un conductor entrevistado en el centro de Toronto comentó: “Si realmente se tratara de seguridad, pondrían más cámaras en las intersecciones peligrosas, no en calles residenciales donde la velocidad no es un problema”.
Por otro lado, las asociaciones de padres y las organizaciones de seguridad vial están celebrando la medida. Argumentan que las zonas escolares y las áreas donde hay niños y peatones vulnerables necesitan una mayor protección, y las cámaras de velocidad son una herramienta efectiva para lograrlo. “Si estas cámaras salvan una vida, ya habrán valido la pena”, dijo un padre residente en North York.
Además de las multas por exceso de velocidad, las autoridades están considerando instalar cámaras para detectar otros tipos de infracciones, como no respetar las señales de alto o conducir distraído. Si esta iniciativa se implementa, Toronto podría convertirse en una de las ciudades más vigiladas de Canadá en términos de control de tráfico.
El debate está servido. ¿Es esta una estrategia para mejorar la seguridad vial o simplemente una forma de llenar las arcas de la ciudad? Lo cierto es que las cámaras están aquí para quedarse, y los conductores tendrán que pensarlo dos veces antes de pisar el acelerador.
Mientras tanto, Toronto se convierte en el paraíso de las multas hoy mismo. Si tienes el pie pesado, ¡mejor que empieces a practicar la conducción defensiva! Porque con el doble de cámaras en las calles, las probabilidades de recibir una multa se acaban de duplicar.
¿Estás de acuerdo con esta medida o crees que es solo una forma de recaudar más dinero? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!
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