Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York y abogado de Donald Trump, debe entregar el control de su ático en Manhattan y varias posesiones valiosas a las trabajadoras electorales Ruby Freeman y Shaye Moss, a quienes debe cerca de 150 millones de dólares por difamación, según un fallo de un juez federal. Entre los bienes a entregar se incluyen un Mercedes de 1980 que perteneció a Lauren Bacall, 26 relojes de lujo, joyas, muebles y objetos deportivos, como una camiseta de béisbol firmada por Joe DiMaggio.
Freeman y Moss también tienen derecho a recibir los honorarios legales que Giuliani aún reclama de la campaña de Trump de 2020, estimados en 2 millones de dólares. Controlarán el ático de Madison Avenue para venderlo y recuperar parte de la deuda. Giuliani intentó quedarse con un reloj heredado de su abuelo, pero el juez rechazó la solicitud por no demostrar que valía menos de 1,000 dólares.
Una audiencia a finales de octubre determinará si se incluirá un condominio en Palm Beach y una colección de anillos de la Serie Mundial de los Yankees en el embargo. Freeman y Moss demandaron a Giuliani por difamación debido a las mentiras sobre fraude electoral tras las elecciones de 2020, lo que desató amenazas de muerte en su contra y arruinó sus vidas.
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