Estaban armados con escopeta y AK-47.
Una niña de 14 años terminó en un hospital herida de bala por la policía tras haber escapado de un hogar para menores junto a un niño de 12 años y haber abierto fuego contra los agentes que los buscaban, informó el miércoles el alguacil del condado de Volusia, en Florida.
«Los oficiales hicieron todo lo que pudieron para reducir la escalada y casi pierden la vida con un niño de 12 años y una niña de 14 años. Si no fuera por su entrenamiento y su supervisión, alguien habría terminado muerto», declaró el alguacil de Volusia, Mike Chitwood, en un comunicado.
Chitwood, que afirmó no haber visto nada igual a lo sucedido en «35 años en la policía», señaló que los dos menores se habían fugado el martes del Hogar de Niños Metodistas Unidos de Florida y en su huida se metieron en una casa donde había numerosas armas, incluido un fusil de asalto AK-47.
Avisados por un vecino que escuchó la rotura del vidrio de una ventana, los policías se presentaron en la casa y les instaron a rendirse, pero Travis O’Brien, de 12 años, y Nicole Jackson, de 14, en lugar de hacerlo, dispararon contra ellos, según el comunicado.
La primera en disparar fue Jackson y en los siguientes 35 minutos los niños abrieron fuego en cuatro ocasiones distintas, mientas los agentes trataban de convencerlos de que depusieran las armas y se entregaran.
Después Jackson salió del garaje, apuntó dos veces con una escopeta a los agentes y recibió un disparo de ellos, señaló el comunicado.
A los pocos minutos O’Brien, que estaba en el garaje armado con el AK-47, se rindió sin oponer resistencia.
EFE.
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