Las denuncian de abusos contra trabajadores extranjeros en Nueva Escocia no son nuevas. Ya el año pasado, cuatro trabajadores filipinos habían denunciado que su empleador los hacía trabajar jornadas muy largas por una paga mínima.
El caso de los tres chilenos, parece que apunta en la misma dirección, según una investigación llevada a cabo por el radiodifusor público CBC.
Este caso destaca las preocupaciones con el programa de trabajadores extranjeros temporales y los riesgos que puede suponer para los empleados vulnerables.
La oferta laboral
Raimundo Alcázar Díaz, Claudio Godoy Gangas y Víctor Aburto Ramírez vieron el anuncio de empleo publicado en Facebook el año pasado, que ofrecía un salario de hasta 8 mil dólares al mes para ser parte de la tripulación de barcos de pesca.
Los tres hombres respondieron al aviso y ya tenían sus permisos de trabajo y boletos de avión en mano cuando, una semana antes de la fecha de salida, recibieron una llamada telefónica del reclutador.
Éste les dijo que había un problema con el barco y que tendrían que trabajar en una planta de peces durante un mes antes de comenzar a trabajar en el barco.
Se les pidió que firmaran un contrato que indicara que descargarían, clasificarían y empacarían pescado por 14 dólares la hora durante 48 horas a la semana, lo que equivale a 2,688 dólares por mes antes de los impuestos. El contrato no hizo mención de trabajar en un barco pesquero. Los hombres lo firmaron y llegaron a Canadá a fines de junio.
Andy Henneberry, propietario de Andy Fisheries, dijo que había cometido un error. Que la oferta inicial era real pero cuando supo que la ley exigía que la tripulación tenía que ser canadiense o conformada por residentes permanentes, contrató a los chilenos para trabajar en una planta de peces.
“Cuando llegamos, nos dijo: ‘Un mes, y después de un mes, el barco’”, dijo Claudio Godoy. “Nos engañaron. … Cambiaron las condiciones del trabajo, el salario, todo”.
Finalmente, los hombres le preguntaron a Henneberry sobre el trabajo prometido en el barco de pesca y dijeron que les respondió que su trabajo era estrictamente en la planta de peces.
Sin embargo, también hicieron trabajos de construcción, construyeron un pequeño almacén y repararon un muelle, trabajos que no estaban incluidos en su contrato o mencionados en el anuncio de trabajo. Algo que detectó CBC cuando los visitó, lo que sí atenta contra la ley.
Henneberry dijo que era la primera vez que usaba el programa de trabajadores extranjeros temporales y que no sabía que a los hombres no se les permitía trabajar fuera del contrato.
Via .rcinet.
Recibe semanalmente las informaciones más importantes de nuestra comunidad