Compartimos contigo algunas recetas para agregarle un poco de creatividad a tus comidas
¡Pechuga otra vez! La exclamación con tono negativo cuando notas la cantidad de veces que gracias a tu dieta, te ha tocado consumirla en la semana; y es que la pechuga se ha convertido en la fuente de proteína por excelencia de todas las personas que buscan una mejoría en su físico, pero como ya lo pudiste notar, con el pasar de los días su consumo se torna un poco aburrido, es por eso que compartiremos contigo algunas recetas para agregarle un poco de creatividad a tus comidas y te facilite el proceso.
3 onzas de pechuga de pollo cocida contienen solo 142 calorías, 3 gramos de grasa y 26 de proteína, resaltando esto es más de la mitad de la cantidad recomendada por día.
Agregando que tiene menos de medio gramo de grasa saturada en una porción y vitaminas B, las cuales metabolizan los alimentos al tiempo que proporcionan energía.
¿Estás listo para aprender nuevos formas de preparar la pechuga? A continuación, 5 maneras fáciles de cocinar pechuga de pollo.
¡Marinar con sabor!
Marinar el pollo significa: No más carne seca y sí al buen sabor, esta mezcla de inspiración italiana es un excelente aliado a la hora de preparar alimentos de una forma rápida. Debes mezclar aceite de oliva, ¼ de taza de jugo de limón, ¼ de taza de vinagre blanco y 1 cucharada de perejil seco y albahaca. Añadir ½ cucharadita de orégano seco, ajo en polvo, sal, pimienta negra agrietada y una pizca de ajo picado. Mezcla una libra de pechuga de pollo en el adobo durante al menos 10 minutos, puede colocarlas en la parrilla, a cocer en el horno a 425 grados durante 15 minutos o hasta que el jugo salga claro.
Rellenas
Aunque parezca difícil, las pechugas rellenas son mucho más fácil de lo que piensas. Para hacerlas solo debes prensarlas con un mazo para carne y dispersar en la parte superior, aceite de oliva, albahaca fresca, una pizca de queso parmesano y un poco de ajo.Para el relleno usa tu imaginación, puedes rellenar con lo que desees,procurando siempre que sean alimentos bajos en grasa.
Luego de haber colocado el relleno, debes proceder a asegurar los bordes con palillos de dientes, colocarlo en el horno a 350 grados durante 30 minutos o hasta que el pollo esté bien cocido.
Horneadas
¿Mueres de hambre luego del trabajo o cuando sales del gimnasio? Si eres de esos que pueden verse tentados a comer algo rápido y poco saludable, las pechugas horneadas son tu mejor opción. Coloca una pechuga de pollo en una bandeja para hornear y cúbrela con tomates cortados en cubitos, agrega condimentos como orégano, pimienta, sal o una pizca de queso parmesano. Coloca el horno a 350 grados durante unos 25 minutos o hasta cuando la carne ya no sea color rosa y los jugos salgan claros. ¿Viste que sencillo? Ya para cuando salgas de la ducha tu cena estará lista.
En pinchos
Este método es súper sencillo, es usado principalmente para el BBQ. Solo debes de picar las verduras como pimientos, cebolla y pepinos, ensartarlos alternando con la pechuga de pollo en cubos para que se pueda asar fácilmente.
Empanizadas
Para empanizar las pechugas, lo primero que debes hacer es insertarlas en clara de huevo y pan rallado, este puede ser el de tu preferencia. Las colocas en el horno a 400 grados durante 10 a 15 minutos o hasta que los jugos salgan claros.
El recubrimiento mantiene la humedad y proporciona esa consistencia crocante de un pollo frito, pero con muchas menos calorías o sea que esta es una mejor alternativa.
Espero que luego de haber preparado estas deliciosas recetas, le des una nueva oportunidad a las pechugas de pollo.
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