Haití concurrió ayer a las urnas para designar presidente, miembros del parlamento y autoridades municipales en una de las elecciones más tranquilas de su historia. Esa tranquilidad fue evidente en todo el país, pese a que ocurrieron incidentes aislados y detenciones que no alteraron su normal desarrollo.
Tras el cierre de los colegios electorales, la policía nacional informó de que habían sido arrestadas 74 personas debido a una presunta intención de alterar el desarrollo de la elección, dijo a Efe el primer ministro Evans Paul.
Las elecciones fueron precedidas por un ambiente de relativa calma política pese a un incidente de violencia preelectoral que se registró el pasado fin de semana en Cite Soleil, el barrio más pobre de América, en el que murieron diez personas, entre ellas, dos mujeres embarazadas.
El ambiente de relativa calma habría sido el factor que impulsó a muchos haitianos a concurrir a las urnas de votación en un gran número, según pudo observar Efe.
El entusiasmo de los haitianos fue evidente cuando acudieron a votar el actual presidente, Michel Martelly, el candidato opositor Jude Celestin y el expresidente Jean Bertrand Aristide y la candidata de su partido Familia Lavalas, Marysse Narcisse.
Paul elogió también el comportamiento pacífico de la población y señaló que esto ha sido resultado del ambiente positivo creado por el Gobierno del presidente Martelly, para celebrar “unas elecciones libres”.
Por su parte, Celso Amorim, jefe de la Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Haití, se hizo eco de una apreciación similar al indicar que hubo algunos problemas “pero ninguno ha sido insoluble como para afectar el resultado final de la elección”.
Amorim dijo que el proceso ha tenido una gran participación de los electores en una situación sin incidentes que ha motivado a la gente a participar.
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