Madrid, España
La situación de los latinos en general “es buena y va a mejor” en EE.UU., afirma a Efe el consultor político español Rubén Figueres, quien pasó de fregar suelos en bares de Chicago a asesorar a Barack Obama en su reelección en 2012.
Su “american dream (sueño americano), Figueres (Gandía, Valencia – 1974) lo resume en “De Gandía a la Casa Blanca” (Plaza&Janes), un libro en el que cuenta cómo consiguió el éxito profesional usando el deporte como herramienta y anima a cada persona a crear su “marca personal”.
Asesorar a Obama en la captación del voto hispano ha sido, sin duda, uno de sus grandes hitos profesionales, y ahora su “sueño” sería, confiesa, emular a su “héroe”: David Axelrod, el estratega y asesor principal del presidente estadounidense en sus dos campañas a la Casa Blanca de 2008 y 2012.
Axelrod, el “espejo” en el que le gustaría mirarse, ha fichado por el Partido Laborista de cara a las elecciones generales de este año en el Reino Unido. Por su parte, Figueres dice que “trabajaría” en España con Podemos, la formación de izquierdas que en apenas un año de vida se ha posicionado como alternativa de gobierno.
“En este momento me identificaría un poquito más con Podemos porque me gusta la imagen de frescura que dan”, señala, al tiempo que califica de “insólito” e “impresionante” lo que han conseguido desde el punto de vista de la mercadotecnia.
Lo que ha hecho la formación liderada de Pablo Iglesias es de “sobresaliente” y “se estudiará en los libros de historia política durante décadas”, según Figueres, quien se define como alguien “no de izquierdas ni de derechas sino de personas, de ideas y de momentos en el tiempo”.
Y en España, cree, “ahora hace falta tirar un poquito más hacia la izquierda”, mientras en Estados Unidos se identifica con el partido demócrata porque cree que es lo que “necesita” el país.
En el capitulo de vaticinios lanza dos: Que Obama va a poner en marcha en los dos años que le quedan de mandato todas las reformas en educación y sanidad que no pudo adoptar en los seis anteriores.
Y que el voto latino cada vez tendrán más peso en Estados Unidos, por la sencilla razón de que en 2050 serán mayoría.
Por eso piensa que la situación de los latinos, que ya es “buena” en general, “va a mejor”.
La divisa de Figueres, que llegó a Estados Unidos en 1998 con “cero dinero y contactos”, es que la “diferenciación” es “fundamental” para “salir de la masa”, y para ello recomienda que cada cual se cree su “propia marca personal”.
En su caso, además de una buena formación académica, es el deporte, que siempre ha practicado a alto nivel, y fue lo que le permitió pasar de buscar el sustento en trabajos mal pagados de 16 horas al día en bares y restaurantes a ser monitor deportivo y dar clases, entre otras, de tenis, donde estableció contactos con directivos determinantes en su salto como publicista.
Su carrera comenzó en la prestigiosa agencia estadounidense de publicidad Leo Burnett, también formó parte del equipo de ventas de la cadena Telemundo-NBC y de la consultora PricewaterhouseCoopers.
Pero “harto” del “poco respeto” de esos grandes grupos hacia su vida personal decidió aprovechar la experiencia acumulada y crear en 2002 su propia empresa de creatividad y producción: Alario Group.
Una empresa especializada en el mercado latino de Estados Unidos y que en 2012 fue una de las cuarenta fichadas por los responsables de campaña de Obama para renovar su permanencia en le Casa Blanca.
Su misión, junto a otras dos empresas, era captar el voto latino y, en tanto que propietario de Alario Group, formó parte del comité de asesores de Obama. “Me sentía como un futbolista de 17 años jugando en la Campions Ligue”, rememora.
¿Y cómo llegó a ese exclusivo club? Pues nadando. Fue en la piscina en la que iba con frecuencia donde conoció a Rahm Emmanuel, en cuya campaña para la alcaldía de Chicago participó.
Primer jefe de gabinete del presidente Barack Obama, Emmanuel fue quien le apadrinó para su fichaje en la campaña de 2012.
Como triatleta que es, el deporte es su máxima inspiración y uno de los pilares de su filosofía empresarial. Le hace sentirse mejor física y mentalmente, aumenta su autoconfianza, y eso se proyecta.
En su éxito hay una parte de “suerte” y mucha de “perseverancia”, de lo que él llama “plantar semillitas”, como escribir un libro.
Aunque, aclara, que para él el éxito “no” es hacerse “millonario” sino disponer de tiempo para sus hijos, su mujer y sus aficiones. Con esa idea creó su empresa y trabaja “una media de cinco horas al día”. La productividad, subraya, está ligada a la felicidad.
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