Noticias

El alegato de los abogados de los Báez Sosa se focalizó en acreditar “el plan criminal para acabar con la vida de Fernando”

El particular damnificado pidió perpetua para los ocho rugbiers

Fernando Burlando en el cierre de su alegato le habló al tribunal sobre “la extensión del daño”. “Se debe tener como agravante todas las actitudes de los acusados para eludir la justicia, obstaculizar la investigación y borrar lo que para nosotros es imborrable; como también los chats”, mencionó el letrado.

Y, en ese contexto, Burlando pidió para los ocho rugbiers, a los que nombró uno por uno, que sean condenaron a prisión perpetua como coautor del “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en perjuicio de Fernando Báez Sosa, en concurso con lesiones leves a prisión perpetua”.

Se quebró la mamá de Tomás D’Alessandro

Tomás D’Alessandro golpeado por Blas Cinalli y Lucas Pertossi

Mientras Burlando con los videos identificaba a Luciano y Lucas Pertossi, Blas Cinalli, Matías Benicelli, Máximo Thomsen, Ayrton Viollaz y Enzo Comelli; el abogado se refirió sobre Tomás D’Alessandro, el amigo de Fernando al que también los rugbiers le dieron una paliza. “Es un ejemplo”, dijo el letrado sobre el chico que fue testigo y presenció 12 de las 14 audiencias.

La mamá de D’Alessandro se quebró el llanto desconsolado, y su hijo la abrazó.

Los videos que proyecta Burlando en la sala

Los rugbiers a la salida del boliche Le Brique, video presentado en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa

El abogado del particular damnificado proyectó como parte de su alegatos videos cortos que se reprodujeron en las audiencias de juicio pero mejorados por la tecnología.

En el primer video, se ve la escena de Máximo Thomsen en el boliche, cuando un patovica se lo quiere llevar y hace un gesto con el dedo pasándolo por su cuello de izquierza a derecha. “Señala, apunta al lugar donde estaba Fernando. No fue al azar… En claro anuncio de que ‘estás muerto’, y así fue”, soltó Burlando.

Luego, mostró otro corto con un rastreo de movimiento, justamente, de Thomsen para “clarificar la conducta”, del rugbier, según el abogado. Después, lo mismo hizo con Enzo Comelli. “Ahí se lo ve a escasos centímetros de Fernando Báez Sosa”, dijo mientras en el audio del video se escuchaba ‘alto quilombo, lo hicieron ver…’”. Y también identificó a Ciro y Luciano Pertossi, y Ayrton Viollaz.

Mientras que la tercera filmación fue la golpiza entre los dos autos que está grabada desde la vereda de enfrente a donde fue el ataque mortal.

Tras el alegato de Fabián Améndola, tomó la palabra Fernando Burlado y Hugo Tomei enseguida interrumpió preguntando por el video que usará su colega. La presidente del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores advirtió al defensor: “Se va a permitir la emisión de las imágenes”. ¿La razón? Remarcó la jueza que “no es prueba”.

Con alevosía y en concurso premeditado

“El plan se acredita a partir de la forma de comisión del hecho. No eligieron cualquier forma: eligieron una forma alevosa”, disparó Fabián Améndola sobre los rugbiers. “Se pusieron de acuerdo de matar entre todos, en la forma en que lo iban a hacer, entraron a deliberar la forma. No hay que hablar de división de roles porque todos golpearon a Fernando Báez Sosa y todos evitaron que pudiera recibir algún tipo de ayuda”.

Y continuó: “Hubo un ataque sincronizado que lo vemos en los videos. Lo vemos en Máximo Thomsen y en “croniquita” (Lucas Pertossi), que es el que se va a encargar de tomar la imágenes… Ese ataque fue coordinado, sincronizado, con velocidad y precisión”. A lo que sumó: “El acecho duró 7 minutos, en ese tiempo, estuvieron rodeando a Fernando Báez Sosa y a los amigos, sin que ellos ni el persona policial se dieran cuenta”.

Tras esto, dijo Améndola que el delito contra los acusados es “homicidio doblemente agravado por su comisión por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”. Y cerró: “Nunca nos importó si fue la zapatilla de Thomsen. La muerte no se produce por un único golpe sino por una conjunción de los mismos”.

Ni homicidio preterintencional ni en riña

Luego, Améndola siguió con un alegato determinado a abordar por qué no caben otras figuras legales para endilgarles a los rugbiers más allá de la coautoría del homicidio de Fernando.

Así, reparó en derribar por qué considera que no puede encuadrarse en un homicidio preterintencional. “Thomsen, entre todas las mentiras que declaró, dijo que nunca pensó nunca tuvo la intención de causar la muerte de una persona”, destacó y razónó: Esa figura debe ser descartada porque… el Código Penal pide requisitos para ser aplicable. Yo podre decir “no tuve la intención de matar a Fernando Báez Sosa’, pero el medio empleado para eso no permite tener ninguna duda de que era un medio razonable para causar el deceso de la víctima”.

Luego, se refirió a la figura de homicidio en riña o agresión, a la que, según el letrado, “haría referencia la defensa”. Dice el abogado que, en esos casos, “la responsabilidad penal está en el resultado”. Y agregó: “Sea la riña (cuando hay pelea y golpes recíprocos, y los roles de agresor y agredido se confunden porque los ataques son de ambos lados) o la agresión (ataques de una sola parte) tiene que ser espontánea. No puede provenir de un acuerdo, como ha quedado acreditado el Ministerio Püblico Fiscal”.

En su turno para alegar por el particular damnificado, Fabián Améndola se refirió a la versión de los imputados Blas Cinalli, Máximo Thomsen y Ciro Pertossi y su estado de ebriedad. “No hay prueba química ni reconocimiento médico que indique cuál era su estado”, remarcó el letrado.

Se reanuda la audiencia tras el cuarto intermedio. Toma la palabra Fabián Améndola por el particular damnificado.

Tras la parte del alegato de Facundo Améndola se pasó a un cuarto intermedio.

La crítica a los peritos forenses de la defensa

Uno de los abogados de Silvino y Graciela Báez Sosa habló sobre los peritos forenses de parte de la defensa, Juan José Fenoglio y Jorge Velich. “Vinieron a sembrar dudas sobre la muerte de Fernando”, se quejó y agregó: “No lo consiguieron”.

“La mayoría de personas con traumatismos de cráneo no muere en el lugar del hecho”, dijeron los peritos. Para Améndola, “lo que no observaron es que la autopsia dijo: ‘Traumatismo grave’. La palabra ‘grave’ cambia todo”, dijo. Y sobre la crítica al RCP, subrayó: “No se puede endilgar una posible causa de muerte a esta maniobra”.

Luego, cerró su alegato con un párrafo para los familiares de los imputados: “No sintieron empatía por los padres de la víctima”. Y argumentó, con la voz a punto de quebrarse: “Quiero decir que acá no vinimos a intentar curar el dolor de ellos con más dolor. Vinimos a curar dolor con Justicia, Justicia por Fernando Báez Sosa, a quien le arrebataron la vida a la salida de un boliche al que había ido a divertirse estando de vacaciones”.



Esta noticia gracias a:

Exit mobile version