Noticias
La igualdad no es una utopía, sino el sueño de Dios
Por Sofía Lobos / CV.- compartimos testimonio de dos mujeres, la religiosa Patricia Blasco y la periodista Lourdes Hércules, provenientes de diferentes países pero que comparten una misión en común: construir un futuro mejor donde la igualdad entre hombres y mujeres no sea una utopía, sino un proyecto posible ya que así lo soñó Dios.
“Igualdad de género hoy para un mañana sostenible” es el tema central del Día Internacional de la Mujer 2022 que se celebra el 8 de marzo: una fecha establecida por Naciones Unidas para consolidar la conciencia colectiva sobre la urgente necesidad de seguir trabajando en la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, hasta lograr construir un mundo en el que ninguna persona sea margina o explotada por el hecho de ser mujer.
Tenemos que hacer mucho más en favor de la mujer
En este contexto, resuenan una vez más las palabras del Papa Francisco en su catequesis del 15 de abril de 2015: “Tenemos que hacer mucho más en favor de la mujer. No sólo para que sea más reconocida, sino para que su voz tenga un peso real, una autoridad efectiva en la sociedad y en la Iglesia”.
En aquella ocasión, el Santo Padre habló sobre las diferencias entre el hombre y la mujer, que no deben ser utilizadas “para competir” sino para complementarnos.
Dos mujeres y una misión en común: respeto e igualdad
Sin embargo, a pesar de los grandes avances del mundo moderno, todavía a millones de mujeres siguen siendo ignoradas, explotadas y abusadas debido a su género, convirtiéndose en víctimas silenciosas de una violencia física, psicológica y verbal que lamentablemente, con frecuencia, les arrebata la propia vida.
Y precisamente, para dar espacio a la voz de la mujer, este 8 de marzo Vatican News comparte el testimonio de dos mujeres que viven sus vidas poniendo pasión y entrega en todo lo que hacen:
Una de ellas es Patricia Blasco, peruana y religiosa de la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús que vive en la comunidad indígena de Awajún de Huampani (en el norte de la Amazonía peruana), cuya labor misionera consiste en “caminar” desde las diferentes instancias, (ya sean organizaciones indígenas, instituciones gubernamentales, no gubernamentales o eclesiales) para lograr el empoderamiento de la mujer, los derechos humanos y el territorio.
Desafíos de la mujer en la Iglesia
Escuchando su experiencia, preguntamos a la religiosa cuáles son los desafíos a los que se enfrenta la mujer en la Iglesia de hoy:
“Hay varios”, explica la Hermana Patricia Blasco. “El primero es defender nuestro lugar en las decisiones de la Iglesia y no sólo nuestro rol de ejecutoras. El segundo, es que se reconozca nuestra condición de iguales ante el dominio del clericalismo y el patriarcado. Otro desafío es continuar con la reflexión sobre el aporte femenino en la búsqueda de nuevos caminos eclesiales y sinodales”.
En este sentido, para la misionera es fundamental reconocer “que es necesaria una confrontación seria y sana para superar la mentalidad patriarcal que aún existe contra la mujer” y sobre todo seguir caminando, como misión de la Iglesia, “en el empoderamiento de las mujeres precisamente en lugares donde son sus derechos son más vulnerables”.
Desafíos de la mujer en el mundo de hoy
Nuestra segunda entrevistada es una joven periodista de Guatemala, Lourdes Hércules, que actualmente trabaja para el movimiento global The Economy of Francesco, nacido como una llamada del Papa Francisco hacia los jóvenes economistas, emprendedores y “change makers” (hacedores del cambio) para dar una nueva alma a la economía mundial.
Lourdes se encuentra en un momento muy importante de su vida, ya que dentro de un mes se casará: “Mi mayor deseo -explica la joven- es poder compaginar el hecho de ser una mujer totalmente profesional y al mismo tiempo, totalmente esposa, madre, hija y hermana”.
Una tarea nada fácil teniendo en cuenta los ritmos y dictámenes de nuestras sociedades. Por ello, le preguntamos cuáles cree que son los desafíos a los que se enfrenta la mujer en el mundo actual:
“Son muchísimos pero haría énfasis en dos”, afirma Lourdes. “Uno es de origen antropológico: la mujer necesita ser reconocida con derechos, oportunidades y responsabilidades, en su condición de mujer y no tener que asemejarse más a un hombre, para entonces poder tener las mismas oportunidades”.
“Hay aspectos de la mujer a nivel biológico que no pueden ser eliminados o ignorados (uno de ellos es el derecho a la maternidad), para así poder tener acceso a las mismas oportunidades que los hombres dentro de la sociedad”, añade.
Compaginar la vida laboral y la vida personal
Para la periodista guatemalteca, la mujer debe sentirse libre de poder elegir y compaginar, si así lo desea, su vida profesional y laboral con la realización de su vida personal, ya sea como madre u ocupando cualquier otro rol social relacionado con su libertad personal.
Por tanto, ni la sociedad ni el mercado laboral pueden quitarle a la mujer su derecho a elegir libremente qué tipo de vida quiere construir. Desafortunadamente, en la práctica esta realidad es bien distinta: en muchos países, las mujeres todavía deben batallar para lograrlo.
Se han abierto caminos pero aún hay muchas barreras
El segundo desafío que destaca Lourdes lo encontramos en el mundo laboral:
“A pesar de que las mujeres han conseguido abrirse camino en el ejercicio de sus profesiones, hay espacios en los que aún existen barreras que impiden que las mujeres puedan acceder a puestos de responsabilidad, gerencia o dirección. Aún se pone en duda su capacidad”, puntualiza.
Hombre y mujer: nuestras diferencias nos complementan
La religiosa Patricia Blasco y la periodista Lourdes Hércules son dos mujeres procedentes de países diferentes que viven realidades muy distintas, pero que comparten una misión en común: que la mujer sea respetada, escuchada y camine de la mano hacia un futuro de igualdad en derechos, algo que no debe ser considerado una mera utopía, sino más bien, el sueño de Dios… Una idea posible y realizable.
Y para ello, urge trabajar en la educación de las futuras generaciones empezando desde los más pequeños, tanto en los hogares como en las escuelas, formándolos en valores humanos que impidan el desarrollo de fenómenos como la discriminación, el maltrato, la uso de un lenguaje abusivo, la violencia de género, o la defensa de la superioridad del hombre sobre la mujer.
Como dice el Papa, para Dios somos todos iguales: “Nuestras diferencias existen para complementarnos y no para vencer unos sobre otros”.
Mensajes de esperanza para las mujeres
Finalmente pedimos a estas dos mujeres que compartan un mensaje de esperanza en el Día Internacional de la Mujer:
“Actualmente, entre nosotras, hay muchas mujeres empoderadas que tienen voz, que van abriendo caminos y creando nuevas maneras de participación. Y esto también es gracias al Papa Francisco que ha dado paso a la importancia de nuestro papel en la Iglesia y nos hace soñar con que podemos establecer vías de reciprocidad e igualdad en el mundo eclesial, donde la mujer participe plenamente en una Iglesia que camina junta como pueblo de Dios”, concluye la Hermana Patricia dedicando un pensamiento especial a todas aquellas “que dieron su vida por ser tratadas iguales”.
Por su parte, la periodista Lourdes lanza un mensaje de solidaridad con todas las mujeres que sufren a causa de la guerra, la explotación y la desigualdad, a la vez que invita a las futuras generaciones “a comprometerse y trabajar por un mundo que nos permita tener el mismo acceso que los hombres a la educación, a la salud, al trabajo y a los derechos humanos, con el fin de vivir en una sociedad más digna”.