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El pasaporte ya no está en el menú
Se acabaron las colas, se terminó el pasaporte vacunal, se sacaron los plexiglases. Los quebequenses recuperan hoy una vida más normal, con el fin de la mayoría de las medidas sanitarias.
Desde la medianoche, dos días antes de lo previsto, ya no es necesario presentar el pasaporte vacunal para acceder a lugares públicos, como restaurantes, cines y gimnasios. Desde el 16 de febrero, los ciudadanos ya no tenían que mostrarlo a la entrada de los comercios de gran superficie, así como a la SAQ y la SQDC.
“Ya es hora de que sigamos adelante. Tenemos que aprender a vivir con el virus”, comparte François Joyet, propietario del café-restaurante Bagel Maguire, en Quebec.
Nuevo capítulo
“Hicimos lo que teníamos que hacer. Se acabó. ¡Eso es! “, añade Louis McNeil, copropietario de los restaurantes Cosmos, también en Quebec, que desea pasar a un nuevo capítulo.
“La persona que va a estar contenta es la que no estaba vacunada y va a poder venir al restaurante”, añadió.
A partir de hoy, también será el fin de las restricciones sobre la capacidad de acogida y el número de clientes por mesa.
“Es menos responsabilidad. La carga mental se hacía grande. Las medidas han cambiado a menudo”, señala Anne Barsalou, propietaria de La Banquise, en la calle Rachel, en Montreal.
El retorno a la normalidad se hará gradualmente, explica sin embargo Barsalou, que debe hacer frente a la escasez de mano de obra.
“Deseamos que se haga lo más rápidamente posible, pero vamos al ritmo del reclutamiento. Solo porque decimos que [esta mañana] es 100 % de capacidad no significa que seamos capaces de hacerlo, porque no es la realidad del mercado en este momento. En nuestro país todavía faltan entre 20 y 30 empleados“, dice.
Como antes
Además del uso de la máscara que permanece para el personal y los clientes cuando se desplazan, encontraremos los restaurantes como los conocíamos antes de marzo de 2020, se alegra Martin Vézina, vicepresidente de asuntos públicos y gubernamentales de la Association de Restauración du Québec (ARQ).
El mantenimiento o no mas de los plexiglases será la elección de los propietarios del establecimiento, ya que no habrá obligación de mantener una distancia de un metro entre las mesas.
“Pueden volver a ponerlas. Tal vez no destruirlos, si alguna vez vuelve otra variante”, añade sin embargo Vézina.
La pandemia ha dejado secuelas en este sector y en otros.
El número de permisos de restaurante emitidos por el MAPAQ entre febrero de 2020 y enero de 2022 se redujo en 3720, lo que representa una caída del 17%.
“Ha sido exigente. Han sido límites de ingresos. Esto se tradujo en un endeudamiento mayor de los operadores que, para financiar los ciclos de cierre, tuvieron que buscar nuevos préstamos del Gobierno o del sector privado. Por lo tanto, duele”, añadió Vézina, que espera que esta vez sea la correcta.
LA FLEXIBILIZACIÓN VIGENTE EL SÁBADO
– Fin del pasaporte vacunal
– 100 % de capacidad en todos los lugares públicos
– Sin límite de capacidad por mesa en restaurantes, bares, tabernas y casinos
– Regreso a las horas normales de actividad para restaurantes, bares, tabernas y casinos
– Actividades de danza y karaoke permitidas
– No hay restricciones en cuanto al número de participantes para actividades de naturaleza social en una sala alquilada
– Retirada del registro de visitantes en residencias privadas para mayores
– Los buffets de auto servicio están permitidos
– Fin del aislamiento de cinco días en caso de contacto con una persona afectada por la COVID-19
– Regreso de los bailes de graduación
– Desde el Superbowl en febrero, no hay límites de capacidad para reuniones privadas. Sin embargo, la Salud Pública sugiere limitar a 10 personas
Lo que sigue vigente
El uso de la máscara sigue siendo obligatorio en los lugares públicos. La Salud Pública prevé el fin del uso de la máscara obligatoria para mediados de abril.
Fin de una época oscura para los bares
Cerrados desde el 20 de diciembre, los bares pudieron reabrir sus puertas el pasado 28 de febrero, limitándose a un 50 % de su capacidad de acogida, pero a las doce de la noche esta barrera cayó.
“Estamos salvando nuestras empresas. El regreso de los clientes, lo esperábamos. Estuvimos cerrados 16 meses en 24 meses. Es el tiempo que se vuelve a encarrilar nuestras empresas”, compartió Pierre Thibault, presidente de la Nouvelle association des bars du Québec, que agrupa a 200 miembros.
Después de dos años de pandemias, restricciones, confinamientos y toques de queda puntuales, los clientes anhelan el contacto social. Los bares, que debían cerrar a media noche, recuperan sus horas habituales y podrán cerrar a las 3 de la mañana.
“Se siente que el mundo es “high”, la gente es “funny”. Se siente la vibra. Las terrazas se acercan. El buen humor es contagioso, esperando que sea el final de una época muy oscura para los bares”, añadió Thibault.
Las colas, un mal recuerdo
La pandemia ha puesto a menudo a prueba la paciencia de los consumidores. Como las colas en la entrada de las tiendas, que no serán más que malos recuerdos.
Esperemos que así sea.
“Lo que los clientes nos decían sobre las medidas más inquietantes eran las colas en la puerta”, explica Jean-Guy Côté, director general del Consejo de Comercio Minorista de Quebec (CQCD).
Ya sea en la tienda de comestibles, en la sala de conferencias, en la ferretería, hubo que acostumbrarse a ella durante esta pandemia, aunque a regañadientes.
“Tener que hacer fila y esperar a veces afuera es algo que desalentaba a mucha gente. Por lo tanto, estamos muy contentos de recuperar nuestra capacidad de acogida normal”, añade.
El comercio en línea está aquí para quedarse
La pandemia dejará huella en el comercio minorista.
“Hay hábitos que han cambiado. El comercio en línea, por ejemplo, está ahí para quedarse”, cree Jean-Guy Côté, director general del Consejo de Comercio Minorista de Quebec (CQCD).
“Es más, probablemente más gente se quedará en teletrabajo durante los próximos años. Las horas en las que las tiendas están más concurridas han cambiado mucho debido a esto”, añade Côté.
Como puede verse en los centros comerciales, varias tiendas cierran antes de lo habitual debido a la escasez de mano de obra.
Según el CQCD, faltan 25 000 trabajadores en este sector. “No es porque no haya clientes, es porque no hay nadie para poner en la caja. Todos los sectores están compitiendo para atraer personal”.
Fuente: Journal de Quebec